Este es el apartamento de un arquitecto y una interiorista, dos profesiones ideales que ya querrías tener si estás a punto de comprar un piso o reformarlo. Es como si eres asesor financiero y tienes que hacerte tu propia declaración de la renta. Coser y cantar.
Pero va a ser que no todo es oro. ¡Dos años ha tardado esta pareja en finalizar el acondicionamiento de su apartamento!. Y eso que era de nueva construcción. Sé que todos pensaremos eso de en casa de herrero… , pero después de ver la locura de casa que han creado (te guste o no el estilo industrial), más bien creo que se trata de una pareja que tiene muy claro que cada detalle cuenta, cueste lo que cueste conseguirlo…
La clave es el cubo
El apartamento, situado en Sofia (Bulgaria), es un ático con una planta muy curiosa, ya que el techo es curvo, con forma de cúpula. Sus dueños, Dimitar Karanikolov y Veneta NIkolova —el arquitecto y la interiorista—, crearon un cubo en el centro revestido de paneles de hormigón (16mm) para alojar el baño. Este cubo vertebra todo el apartamento, ya que divide los ambientes sin necesidad de puertas.
Como verás en la imagen abajo —bueno, si puedes, ya que el acceso está tan disimulado que no sé si encontrarás la puerta*— el baño está elevado, pues se asienta sobre el ascensor del edificio.
*Por si todavía no has descubierto dónde está la puerta, fíjate en el rellano de la escalera. A la derecha verás un ojo de buey. Esa es la puerta
El baño se ha resuelto de la mejor manera dada la escasez de metros. Se ha dejado la ducha abierta, compartiendo espacio con el inodoro. Desde luego, no es una solución apta para maniáticos que sufren cuando ven una gota fuera de su sitio, pero la alternativa del todo-apretujado hubiera sido mucho peor, ¿no crees?
La oficina en casa mola
En el lado opuesto a la entrada del baño se situó una mesa amplia y cómoda para trabajar. Un espacio perfecto para ubicar la oficina ya que, aunque abierta al salón, goza de cierta intimidad. Todo el mobiliario se realizó a medida, combinando metal y madera con el fin de conseguir equilibrio entre la frialdad de un material y la calidez del otro. Y como detalle, fíjate en el salvapantallas. Es una foto de la pared que tiene detrás. ¡Brillante!!!
Una cocina industrial
La cocina cumple con todo lo que esperamos de una cocina de estilo industrial: suelo hidráulico, estanterías a la vista, metal y madera, azulejo metro y por supuesto, ¡una Smeg retro!
Privacidad absoluta
Al contrario de lo que ocurre en el interior, donde se fomentan los espacios abiertos, la privacidad en el exterior ha sido uno de los principales retos de este apartamento al estar rodeado de edificios altos. Para resolverlo, la terraza se enmarcó con maceteros de aluminio muy altos, con plantas frondosas que consiguen proteger el espacio interior de cualquier mirada. Claro, que también ocurre al contrario. Nada de mirar la calle para entretenerse.
En el interior, un cajón de madera y metal situado sobre el salón-comedor cumple doble función. Por un lado, oculta la instalación de aire acondicionado, por el otro, crea una sensación más confortable en esta zona al funcionar como un techo. Así, por ejemplo, se ha podido iluminar la mesa del comedor con un juego de bombillas tipo Edison sujetas magnéticamente al mismo.
sorpresa en el dormitorio
En el dormitorio, se suceden los detalles artesanales e industriales, pero, sin duda, el más sorprendente es el armario, diseñado como una especie de maleta gigante antigua en madera y piel. Experimento que ha dado lugar a un nuevo negocio de armarios y cómodas a lo Louis Vuitton, Loftcase.
Este, en concreto, tiene sorpresa, ya que la parte superior del armario esconde el fondo de una bañera, situada en el nivel superior (4,5m²) al que se accede a través de la escalera. Es un espacio para el relax y los invitados. Ay, ¡quién fuera amigo de esta pareja!! …
¿Qué te parecen las ideas de este apartamento? Cuéntanoslo en comentarios
Photography by Minko Minev, Georgi Petev, Dimitar Karanikolov