Como nunca viene mal un poco de culturilla os voy a contar de dónde proviene el sofá. El conde de Chesterfield, según dicen, se percató de que los sillones habituales no permitían mantener la postura erguida y correcta que marcaban los cánones, por lo que encargó un sofá especial a un ebanista, de ahí surgió el sofá Chesterfield, que es su nombre original.
Es característico el capitoné, que consiste en un tapizado acolchado que presenta un aspecto mullido gracias a los botones que, repartidos de forma geométrica le da ese aspecto característico al estilo.
Como sabéis están muy de moda estos sofás, podemos encontrar gran variedad desde el estilo clásico de piel envejecida, mi preferido, hasta tapizados con telas coloridas o incluso patchwork.
Espero algún día tener la oportunidad de poder restaurar uno y que podáis verlo en mi tienda online.
A continuación os enseño algunos de los que he encontrado que más me han llamado la atención
Aquí tenéis unas versiones más modernas del estilo ¿qué os parecen?
Al final a mi amiga Noe después de haber visto tantos modelos preciosos le gustan los más caros, como nos suele pasar a todas, por lo que seguimos como la búsqueda incluso ya mirando otros modelos, seguro que lo conseguiremos ¿alguna sugerencia?
Espero que os haya gustado.
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