Minimalismo, elegancia y luminosidad. Así podría definirse este apartamento de Copenhague en el que la actriz danesa Beate Bille y su familia han encontrado refugio. Pocas palabras son suficientes para describir este entorno inmaculado. Pocas piezas de mobiliario también han encontrado un lugar allí. Porque la joven, cuya madre historiadora del arte le inculcó el gusto por el arte y la belleza, prefiere tomarse su tiempo para amueblarlo. ¿Su credo? Espera la pieza favorita. Aquí, sin compromisos ni compras impulsivas. A Beate le gusta buscar y esperar hasta encontrar la alfombra adecuada, la lámpara adecuada o el accesorio decorativo perfecto. Sin embargo, este apartamento de alquiler no carece de encanto y espacios fuertes. En un ambiente haussmanniano, con sus suelos y molduras de madera clara y otros rieles para cuadros,
CUANDO LOS DANESES ATEMPORALES CONOCEN A LOS ARTISTAS DE HOY
Ubicado en el cuarto piso, este 210m2 con su balcón y su impresionante vista de la muy colorida Copenhague, refleja felicidad y transmisión. Muchas de las piezas son recuerdos familiares o artículos donados por los padres de Beate. Los novios y sus hijos pueden así disfrutar de la clásica lámpara "PH" (que inicialmente estaba en casa del abuelo de la anfitriona) así como de la "Silla Safari" de una herencia con su cuero patinado por el tiempo. Pero no se trata de vivir solo en el pasado, por increíble y elegante que sea. Mezclado con este mobiliario escandinavo de los años 50 y 60, las piezas más contemporáneas toman el relevo. A la vez afilados y refinados, despiertan la decoración, evitando que permanezca congelada en una época lejana. Con líneas geométricas simples y básicas, a su vez, se convierten en obras de arte cotidianas. Como la mesita de noche deconstruida del diseñador danés Jacob Egeberg o la cerámica revisitada de Karl Monies. El resultado es un lugar sereno en el que te sientes bien.¿Es esta la receta de hygge? Conoces este arte danés de vivir sinónimo de bienestar y protección.
LA ENTRADA
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Desde la entrada se establece el tono. El ambiente es elegante y acogedor con sus piezas contemporáneas y vintage asociadas con hermosos materiales. El banco de cuero "Addition" de Kaare Klint, editado por Carl Hansen & Søn , ha encontrado un lugar de honor no lejos de una alfombra sedosa de Kusiner.
EL SALON
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Refinamiento y minimalismo para el salón en tonos suaves. El mobiliario, escaso en número y bajo, es discreto, dejando a las obras de arte la oportunidad de expresarse. Una foto grande de Absalon Kirkeby se encuentra suprema justo encima del cómodo sofá "Ghost" de Gervasoni . En el centro, la mesita Sabine Marcelis en resina monobloque rosa chicle viene para dar un impulso al conjunto.
LA ZONA DE LOS NIÑOS
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En un rincón del salón, una mesita de madera clara con su sillón se complementa con una silla retro de bambú. Este pequeño mueble sirve de patio de recreo para Fernanda, de 10 años, y Héctor, de 6, los dos hijos de la pareja.
EL COMEDOR
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El estilo Haussmann de este apartamento adquiere toda su extensión en el comedor. En el suelo, un parquet con rejas rotas junto a las molduras del techo en un estilo opulento pero sobrio. Bajo una lámpara de araña con borlas, una mesa de comedor larga. Con sus imponentes pies anclados sobre una alfombra de lana, gana en ligereza rodeado por la icónica “silla Wishbone” de Hans J. Wegner para Carl Hansen & Søn .
ATENCIÓN A LOS DETALLES
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Imprescindible en los hogares, los radiadores suelen resultar antiestéticos y las ganas de ocultarlos son grandes. Con su encofrado de madera y metal, adquieren el aspecto de una estufa prusiana. ¡Tan chic!
EL BALCÓN
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Sea cual sea su tamaño, un balcón y siempre una burbuja de relax y una apertura al exterior. Entonces, para disfrutar de la vista sobre los tejados y las coloridas fachadas de Copenhague, qué mejor que estas sillas plegables de los años 60 con un diseño decididamente danés.
LA OFICINA
El espacio también brilla aquí con su estilo minimalista y su puesta en escena de muebles vintage. ¿La pieza central? Sin duda, el escritorio atemporal “Society Table” de Arne Jacobsen . Se ve reforzada por la igualmente icónica lámpara “PH” de Poul Henningsen y un antiguo proyector de películas, como tributo a la profesión de los anfitriones.
EL DORMITORIO DE LOS PADRES
La cama ocupa todo el espacio de esta habitación con su encanto desnudo. Los colores son suaves y naturales. Solo la escultural mesita de noche azul del diseñador danés Jacob Egeberg distrae esta atmósfera envolvente.
CUARTO DE LOS NIÑOS
Aquí nuevamente, los tonos claros y neutros son obvios en esta estrecha habitación infantil. Una tira de papel pintado invita a viajar y soñar mientras delimita la zona de descanso.
Fuente: este post proviene de Movilia, donde puedes consultar el contenido original.
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