La semana pasada os explicaba la primera parte de nuestra escapada a Andorra: los motivos de nuestra visita y algunos lugares que os podrían interesar si os animáis a ir.
Después de comer decidí darme un paseo por las calles del pueblo. Me ayudó a descubrir la belleza de sus rincones y a sentir el olor de la primavera, que ya se intuía a pesar de la nieve en las montañas.
¿Me acompañas?
Una de las cosas que más me llamó la atención de Escaldes fue el parque infantil Prat del Roure.
Sus gaviones con piedras de diferentes colores.
Sus vallas de acero cortén que nacen de la hiedra.
Y sus singulares esculturas.
Después de descansar un rato en el hotel, tocaba la parte más importante de nuestro viaje: relajarnos en Caldea. Y para allí que nos fuimos.
La arquitectura del edificio es realmente espectacular y se divisa casi desde cualquier punto del pueblo. Aquí me podéis ver haciendo la foto XD
La fachada de espejo provoca unos juegos de luces y sombras que van cambiando con el paso del día.
Una vez dentro, canjeamos nuestro bono y nos dispusimos a disfrutar del Spa y del espectáculo "Mondaigua", creado por Els comediants. Probamos todo el circuito excepto el baño turco, porque no nos atrevimos con el agua tan fría jajaja
Esta fotografía la hice desde el restaurante Deimos en el que cenamos de maravilla. Por cierto, muy recomendable su "menú del chef".
Y así transcurrió nuestra primera experiencia en Caldea. Visita obligada para relajarse después de un día de esquí o de compras por Andorra.
Si vais, olvidaos de llevar chanclas. Deberéis comprarlas allí o, en su lugar, haceros con una especie de calcetines de goma. Yo tardé 15 minutos en podérmelos poner y casi muero de la risa XD
Y a vosotros, ¿os gustan los balnearios o preferís otro tipo de desconexión?
No tardaremos en repetir experiencia, así que nos interesan mucho vuestras recomendaciones ;-)
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