Pero muchas veces sucede que por más que tengamos buenas intenciones, no podemos darle un estilo definido a nuestra decoración hogareña, y termina siendo un “popurrí” de colores que en el mejor de los casos no desentonan entre sí, pero que sí en su conjunción, no acaban de darle un estilo armonioso a nuestros ambientes.
Es por ello que resulta primordial definir de antemano qué tipo de ambiente queremos crear dentro de nuestra casa: los estilos pueden ser infinitos, las opciones variadas y los colores, un montón.
En esta oportunidad les vamos a hablar sobre las fuentes de agua como una opción para decorar los ambientes. Las opciones son muy variadas y su instalación resulta muy sencilla: solo basta tener un enchufe conectado a la corriente eléctrica cerca de donde queramos colocar la fuente de agua. ¡Y listo, a disfrutar entonces de su belleza!
Lo primero y principal a la hora de decidirnos por colocar una fuente de agua en nuestro hogar, es tener en cuenta que son un imán para nuestras mascotas. Por más que lo intentemos una y mil veces, ellas harán lo imposible (perros y gatos por igual) por querer jugar con nuestra fuente de agua, en el mejor de los casos, y en otros casos no tan buenos, su juego podría tornarse un poco más brusco, llegando incluso a romperlas o tumbarlas de donde la hayamos colocado.
Teniendo en cuenta esto, pasaremos a definir ahora qué es lo mejor para poder elegir la fuente ideal para nuestro hogar.
El estilo en estos casos es fundamental. SI tenemos una decoración definida, por ejemplo, un estilo oriental, las fuentes budistas pueden adaptarse perfectamente a nuestro entorno. No es necesario tener toda nuestra casa determinada por este tipo de estilo, pero sí el o los rincones donde decidamos colocar nuestra fuente, si está acompañados con otros adornos o cuadros orientales, su ubicación quedará mucho más armoniosa.
El tamaño de nuestra fuente y cómo estará exhibida también es fundamental. Repisas, mesas ratonas, mesas, estanterías, y un sinfín de opciones se nos presentan para poder colocar nuestras fuentes de agua según nuestra disposición en la casa y por supuesto, su tamaño. No descarten la posibilidad de poder hacerse con una fuente de agua de gran tamaño, si su diseño es armonioso y su ubicación certera, podemos asegurarles que su encanto estará garantizado.
Por último, y ya para finalizar, es importante tener en cuenta los colores y matices de colores de nuestra fuente de agua elegida, así como ya mencionamos, su tamaño. Pero respecto de los colores, esto se emparenta directamente con la intención que tenemos para con nuestra fuente en el contexto de la decoración total de nuestro ambiente: ¿queremos que se destaque mucho? ¿queremos que su lugar en nuestro hogar sea más bien secundario o sutil? El lugar donde la coloquemos, con el tipo de pared y tonalidad de fondo, también terminarán de darle el “marco” a nuestra fuente de agua elegida.
En definitiva, como dijimos al principio, las opciones son muchas y muy variadas. Lo importante es que elijamos aquella que nos haga sentir felices y en armonía en nuestro hogar.