Y es que salir de vacaciones fuera de nuestro entorno diario nos ayuda también a coger tendencias e ideas. Y aunque para eso no es necesario irse demasiado lejos, aprovecho que viajar por internet sale gratis (casi) para dar una vuelta alrededor del mundo. De hotel en hotel y de estilo en estilo.
Hoteles que nos inspiran al decorar
Y comienzo en Menorca. No hace falta ir más lejos. Vamos a inspirarnos en la decoración mediterránea y en su luz y calidez.
Al igual que en el estilo nórdico, en el estilo mediterráneo se busca potenciar la luz. Resumiéndolo mucho, vamos a quedarnos con las paredes blancas y la calidez que aportan la madera y los detalles de fibras naturales.
El color está también muy presente en este tipo de decoración, siempre recordando los tonos del entorno: aguamarina, verde, ocres…
Sin dejar el Mediterráneo damos un salto hasta Grecia. Paredes blancas, piedra y madera (y mucho trabajo de diseño) es lo que nos encontramos en este hotel de Mykonos. ¡Maravilla! #asisí
Pero no solo de blanco, madera y piedra vive el viajero. Asia es otro destino de vacaciones ideal en el que encontrar inspiración. Esta vez me quedo en Bali.
En la decoración balinesa se une la tradición asiática con las notas tropicales en forma de plantas exóticas y flores con mucho color. Muebles tallados y realizados en madera oscura y accesorios en colores fuertes que potencian el puntito tropical. Y siempre materiales naturales como la teka o el bambú.
Pero sigamos viajando. Hubo un tiempo en el que me atrajo mucho la decoración de estilo colonial con toques étnicos. Y, la verdad, aún lo sigue haciendo. ¿Viajamos hasta África?
Me quedo en este campamento de Zambia, el Chinzombo. Construido con materiales reciclados y reciclables, promueve safaris (fotográficos) que respeten el medio ambiente y las tradiciones locales. En su decoración combina materiales de la zona y métodos de construcción indígenas. El resultado es puro lujo. Aunque en África, hay que decirlo, el verdadero lujo es la naturaleza. Y eso no entiende de decoración.
El espacio se acaba y yo me he quedado sin cruzar el charco. Dejo para otra ocasión el Caribe y su color, los lofts de New York o la naturaleza canadiense. Viajar es cultura. Aunque sea a pocos kilómetros de tu ciudad, conocer algo nuevo siempre suma.
A mí, creo que se me nota, me enamoraron África y Asia. Pero tengo muchas ganas de conocer Grecia, por ejemplo. Estaría genial si me contaras en los comentarios si hay algún destino que te haya impactado. O algún hotel con una decoración que te llevarías a casa.
¡Feliz día!
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