En fin, no voy a negar que en muchos aspectos peco de ser algo parecida a la descripción de antes, pero hoy quiero reivindicar que es posible relajarse un poco de la premisa del anti mainstream por bandera y disfrutar de la tranquilidad que puede producir el aroma de un café sin necesidad de fotografiarlo.
El amor por las cosas sencillas, esa actitud inocente de la infancia o la amabilidad como escudo ante la vida. Y es que creo firmemente que una sonrisa nunca le viene mal a nadie. Qué me decís de Morrisey y su puño melancólico, Wes Anderson y sus protagonistas que actúan como niños (y los niños como adultos), Walt Disney, los días felices de Sylvia Path, la discografía casi al completo de Belle and Sebastian… Sin olvidar a Tavi Gevinson y su “bondad” feminista o la musa que nunca crece, Zooey Deschanel.
Si los juntas podrás notar la supremacía de la sensibilidad y lo amable sobre la ironía destructiva. Preservar la inocencia que envuelve nuestra niñez durante la vida adulta.
Te recomiendo una cosa: relájate en casa con un disco de Sufjan Stevens mientras piensas en cosas bonitas. Es gratis.
Hasta la próxima!
Irina Vermeer
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