Supongo que – aunque lo niegues – ya habrás iniciado tu campaña navideña paseándote por todas las webs habidas y por haber, con la excusa de adelantar regalos. Lástima que todavía no estabas inspirado sobre qué regalar y todos los paquetes acabaron luciendo tu nombre (Oh sí, gracias Friday & Monday).
Ahora llega la segunda parte: rodearte de espumillón, figuritas y lucecitas e inaugurar oficialmente la Navidad. Etapa que para algunos es pura ilusión y para otros – qué os voy a contar – 37 días de penurias que se hacen más que largos (hasta Reyes, que en España sí que sabemos) . Y no lo digo por mí. Yo soy del primer grupo. Pero eso solo te ocurre cuando decoras tu casa con un buen espíritu navideño.
Claro, que para conseguir ese espíritu, no hay nada como desembalar los adornos acompañado de unas velas, música adecuada y copita de vino – no me prejuzguéis. Esto se hace a las 8 de la tarde. Si no, cambia copa por taza.
La cuestión es que sé de buena tinta que cuando una casa mola, no quieres moverte de ella. Y cuando está radiante, hasta te empeñas en organizar la cena de Nochebuena para lucirla. De las sopas y el marisco ya se encargará otro.
Así que aquí va nuestra inspiración nórdica para que seas el perfecto anfitrión estas navidades …
Para el hall
Simplicidad, esa es la clave para impactar. Coloca una buena colección de velas – en rojo rústico -, salpicadas por algo tan invernal y fácil de conseguir como unas piñas. Lucirán el doble si pones detrás una bandeja metálica en tonos dorados que refleje su luz y brillo.
Las coronas de Navidad son preciosas cuanto más naturales sean. Esta, de corteza de haya, contrasta de forma increíble con las microlucecitas que aportan el puntito de exceso.
Para el salón
Necesitas crear un espacio muy cálido, y para ello nada mejor que colocar unas velas sobre la mesa y unos cojines de terciopelo en el sofá. Estos, sin caer en la repetición del rojo, combinan perfectamente con los colores navideños.
Combina distintos tamaños de portavelas y juega con tonos dorados, plateados, blancos y negros. Super sofisticado.
Lógicamente tendrás que crear tu rincón navideño. Eso incluye un árbol de Navidad – el que sea … tradicional, de papel, en la pared, con ramas … – y microluces de luz cálida – huye de la luz blanca, queda fatal. Si quieres disfrutarlo al máximo cuando caiga la tarde, no olvides dos de las tendencias del momento: una alfombra de pelo y unos cojines geométricos.
Para el comedor
Un adorno simple y sencillo puede crear la mesa más espectacular. Los abetos son siempre una opción ganadora ya que son sinónimo de Navidad. Coloca varios, tan dispares como puedas – el de la ramita no falla por efectista y simple. Recuerda también que el color negro es muy sofisticado, incluso para estas fechas.
Cuando pongas la mesa, elige unas cuberterías con destellos, como estas en dorado, plateado o negro – ¿ves? si ya te lo decía, el negro mola
Para la cocina
Esas cocinas de la abuela con azulejo metro y horno de leña son el escenario perfecto para unas navidades de cuento. Imagina, tablas de cortar de teka sin tratar, cestos de fruta fresca, botes con frutos secos y cientos de velas y candelabros para que cocinar estos días sea sinónimo de disfrutar.
Sobre la mesa de la cocina o el office tampoco pueden faltar más velas. Elige un material a prueba de golpes como estos de aluminio.
Para el jardín
No hay nada como lo natural. Por eso, unas macetas hechas a mano y con una superficie musgosa encajarán perfectamente con pinos, piñas, musgo y suculentas. Bueno, alguna col se nos ha escapado también.
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