La habilidad de los Japoneses en el diseño de jardines me sorprende cada día. A diferencia de los occidentales, los jardines japoneses no están hechos para pasear, sino para ser admirados como si tratara de una pintura o una caligrafía. Están concebidos como espacios de meditación, inspiran vitalidad y serenidad.
El tunel de Wisteria, situado en los jardines de Kawachi Fuji en Japón, es uno de estos lugares que son únicos y mágicos. La espectacularidad de las flores de Glicínias que cuelgan formando techos de diferentes colores, nos hace dudar si se trata de un jardín o una obra impresionista de Claude Monet. Su belleza atrae a miles de visitantes anualmente, sobretodo en los meses de abril y mayo, período en el que están en plena floración.
Con sólo mirar las imágenes, nos infunde una sensación de paz y de calma abrumadora. Me imagino, lo que sería disfrutar in situ, de la experiencia de caminar bajo estas plantas trepadoras con flores que desprenden exquisitos aromas y envuelven al visitante con tenues colores que van desde el blanco hasta los rosas violáceos y azules.
Os dejo unas imágenes para que disfrutéis de este romántico e inspirador Jardín.
Referencia fotográfica: http://www.whenonearth.net