Cualquier detalle que antes pasaba desapercibido, ahora me fijo muchísimo e intento en la medida de lo posible llevarlo a cabo y disfrutar de esas pequeñas cosas que nos hacen diferentes y originales. No hacen falta grandes fortunas para tener momentos especiales y que nos hagan sonreír.
Todos los días desayunas pero, ¿y si hoy te pones queso Brie y mermelada de arándanos en la la tostadora en vez de simple mantequilla? o ¿si en vez de beberte un zumo de botella te exprimes unas naranjas? Pequeños caprichos para grandes momentos.
Una habitación infantil puede convertirse en el espacio soñado de un hijo, ¿a ti no te gusta que tu casa esté perfecta? Seguro que a él también le gusta tener su pequeño paraíso, así que disfruta creando ese pequeño rincón para los dos. Si le gusta leer, mira este cambio de un armario a un rincón de lectura, click aquí.
¿No tienes nada que ponerte? Reinventa alguna prenda con la que te sientas cómoda y estés agusto, un pequeño cambio le dará el toque que necesita para volver a ser tu prenda preferida.
Vía: 1, 2, 3, 4 y 5
Mira a tu alrededor, seguro que lo que estás buscando está más cerca de lo que crees, busca inspiración, y siempre, siempre, siempre, piensa que para todo hay un nuevo punto de vista por descubrir. A mi me pasó con una estantería que convertí en zapatero (puedes verla en mi recibidor).
¿Disfrutas de estas pequeñas cosas?
¿Dónde sueles encontrar la inspiración?