La transformación de nuestro despacho, de cueva con agujeros a espacio multiusos luminoso
Como ya os conté en las entradas que hablaban acerca del cambio del porche y de la terraza, cuando adquirimos nuestra actual vivienda, a pesar de ser relativamente nueva, estaba en muy mal estado. La estancia de la que os voy a hablar hoy, la que denominamos despacho, no estaba en mejores condiciones.
La antigua dueña había arrancado, literalmente, unas baldas y la pared presentaba varios agujeros. La persiana estaba rota, descolgada. La pintura tenía varios desconchados. El color del suelo estaba opaco y faltaban bastantes de las juntas de las baldosas (eso lo descubrí después de limpiarlas).
Limpiar, arreglar, pintar, enmasillar…
Ante tales desperfectos, nos pusimos manos a la obra. Lo primero que hicimos fue reparar las paredes y pintarlas, así como arreglar la persiana y limpiarle la correa…
Amueblando: Ikea + Leroy Merlín + Ingenio = Acierto
Una vez adecentada la estancia comenzamos a vestirla. Para ello busqué muchas ideas en Pinterest y las que más me gustaron pasaron a formar parte de una entrada de este blog. Os adelanto que todos los muebles son de Ikea (incluido el flexo), la lámpara del techo y el estor es de Leroy Merlín y la silla, de La Oca, la compré de segunda mano a través de Wallapop (los primeros días nos tuvimos que apañar con una de madera que teníamos por ahí).
El resultado final: una estancia multiusos, con una decoración muy personal, luminosa, en la que apetece estar
Como podéis observar tiene una zona de escritorio. Decidimos que la mesa, compuesta por un tablón y dos puntos de apoyo, tuviera las “patas” distintas: en un lado un caballate y en el otro una cajonera. Comentar que los cajones tienen bastante profundidad, por cierto.
Hago un inciso para comentar que no quería una silla giratoria sino con cuatra patas fijas, pero no encontré ninguna que me apañara y como ésta fue una buena oportunidad y me gustaba la forma y color del respaldo… pues me la quedé
El buzón rojo es nuestra hucha para los viajes a la nieve. La compré en Bath (Inglaterra).
Entre la cajonera y la estantería hay una cesta con una esterilla enrollada. Es la que utilizo para realizar cada día mis ejercicios del Gymvirtual.
La estantería realmente está compuesta por tres: dos más grandes a las que les hemos colado un par de puertas en la parte inferior y una más estrecha abierta completamente. La decoración es bastante ecléctica pero me gustaría destacar algunos detalles:
Las cositas de mi abuela: un dedal que le regaló un vecina hace más de 30 años; aunque no soy muy religiosa, una Virgen que hizo mi madre de pequeña en el colegio (si os fijáis el niño Jesús tiene la cabeza descolocada de una caída y una mala reparación antes de que yo naciera, jeje); el burrito de esparto; y la piña gigante que aparece en la primera balda (arriba a la izquierda). Cosas que he estado viendo en su casa desde que era pequeña y que ahora tengo yo
La foto que aparece junto a la Virgen es de un campo con niebla. La tomamos cuando hicimo el Camino de Santiago.
Las campanas que cuelgan de una esquina, las compramos en nuestro viaje de novios, en Innsbruck y la guitarrilla roja es una caja de bombones de Salzburgo.
Las iniciales de madera y una de las velas que utilizamos en el candy bar y los sacos de arroz que utilizamos en nuestro Día B.
La rosa que me regaló el Señor Esquiador durante nuestra la sesión de fotos de fotos en Granada para el postboda.
La lámina “En esta casa” de Elvirusdlafelicidad.
La rosa roja (no soy capaz de quitarle bien el polvo sin estropearla) que me regaló el S.E. cuando me doctoré en 2013, el álbum de fotos del viaje de novios (de Mr. Wonderful) y nuestro libro de firmas hecho a mano del Día B.
No hay prácticamente libros porque hace poco los doné todos, unas seis cajas, a la biblioteca municipal. No os imagináis lo que me costó…
Por otro lado está el zapatero que habíamos pensando sustituir en un futuro por un sofá cama, pero como hemos descubierto que ninguno nos cabe… se va a quedar como está. De todas formas me alegra que esté ahí porque por las mañanas me gusta coger los zapatos y sentarme en la silla del escritorio a ponérmelos.
Y finalmente tenemos el armario, que no es muy grande, pero nos supone un buen desahogo.
En cuanto a la decoración de las paredes… como podéis observar no existe. Estuve tentada de poner láminas y cosas así, pero realmente me gustan así: despejadas (quizá es por el trauma que tuve al verlas llenas de agujeros).
Como ya os habréis dado cuenta, a esta habitación la llamamos “despacho” porque tiene un escritorio, supongo, pero realmente es un espacio multiusos dada la zona de vestidor (armario y zapatero), que también me sirve de lugar para practicar ejercicio… ¡sin contar que estuvo a punto de ser también una habitación de invitados! La estancia está aprovechada al máximo :p
¿Lo que más me gusta del despacho?
La luminosidad, los colores neutros, las líneas simples, la decoración compuesta por recuerdos entrañables… Una de las cosas que más me gustan en el mundo es sentarme a escribir entradas como ésta en el portátil, en esta mesa, con una taza de té, respirando tranquilidad¿Y vosotros, habéis transformado radicalmente también alguna estancia?, ¿tenéis alguna habitación multiusos como ésta? Si la respuesta es sí, os invito a comentarlo e incluso a compartir alguna imagen con nosotros ;)
* Un dulce besito *