Desde que sus dueños se han puesto a rehabilitar el edificio la casa ha vivido una enorme transformación en la que podemos hablar de decoración mediterránea, rústica e incluso árabe. Un edificio en el que destacan de manera poderosa los suelos, que nos transportan a otra época. Ulda es por derecho una mezcla de estilos que engarza a la perfección en esta casa de piedra que para muchos se ha convertido en un oasis de paz en el que pasar al fresco cualquier tarde del año, algo que nos encantará experimentar cuando veamos los patios de esta casa de turismo rural en Castilla- La Mancha.
La casa de Ulda
El salón de Ulda está decorado de manera rústica. Las paredes en color rojizo y mezclado con la piedra dan la calidez exacta para hacer juego con los muebles en color madera y las vigas rústicas de la chimenea.La cocina es pequeña y acogedora. Los materiales que se han empelado para su reconstrucción son la piedra y el azulejo, este último con pequeños motivos. La campana extractora se ha enmarcado con unas fuertes vigas.
El ventanal que da al patio se ha cerrado con unas contras en madera oscura. Los espacios para menaje como en las cocinas antiguas se cierran con telas fruncidas de vichy. Los manojos de hierbas aromáticas adornan en lo alto.
Cada una de las habitaciones de la casa tiene un nombre y una decoración muy diferenciada. En este caso la habitación “Hadas” se caracteriza por la predominancia del blanco en contraste con el colorido del suelo.
La habitación “Bruja” está pintada en color morado nal de las paredes y conserva trozos de la piedra original de la casa. Los muebles de esta estancia son rústicos y de madera oscura. La cama con dosel negro.
Al igual que la habitación, el baño está pintado también morado. El suelo de barro cocino con cenefa. En perfecta armonía con la estancia se ha utilizado un espejo de cuerpo entero de trazos muy barrocos y hechura castellana.
En el baño verde, los dueños de la casa de Ulda entremezclan el blanco y el color de manera divertida. Los muebles se sustituyen aquí por accesorios de forja y madera clara. Añaden al conjunto cuadros llenos de color.
En tonos rosas y llena de motivos marroquíes, así se ha decorado la habitación “Mora”. Un tapiz con motivos orientales se coloca sobre el cabecero de la cama, doble y con un calado muy elaborado en madera oscura.
Ulda Mediterránea
En Ulda uno de los edificios se ha aprovechado para rememorar el estilo mediterráneo de paredes caleadas. Los tonos azulados en los azulejos del frontal de la cocina alegran la estancia y nos recuerdan al mar.
La cocina de Ulda Mediterránea es básica en cuanto a mobiliario y es ahí donde reside su encanto. Solo con un aparador se consigue dotar a la cocina de unidad. Destacan las telas con puntillas que adornan los aparadores.
Junto a la estancia que aúna salita y cocina se sitúa la habitación “Menorca”. El dormitorio está presidido por un tapiz que cuelga como cabecero con tejido de enredaderas y adornado por una colcha de cachemir.
En este pequeño rincón de la casa se ha colocado un pequeño comedor. Se han usado sillas de paja y una mesa de IKEA. Una nevera de la marca SMEG en color naranja da el punto de color al igual que otras zonas de la cocina.
“Atlantis” es otra de las habitaciones de Ulda Mediterránea. La forja es el material que se ha elegido para amueblarla. Una cama de forja en negro se cubre por una mosquitera blanca, a juego la mesilla que hay junto a ella.
Los baños de este edificio tienen la misma estructura que el resto de la casa. Con las paredes caleadas en blanco tan solo una cortina separa las distintas partes de la estancia. Los grifos y los apliques años cincuenta llenan el resto.
En la misma zona de la cocina una pequeña salita se ha construido con uno sofás ibicencos en los que se han colocado unos sillones cubiertos con tela de trapos. Una salita de madera envejecida y una mesita de cristal hacen el resto.
Riad Ulda
Los riads son construcciones características de la arquitectura árabe y se construyen en torno a un patio abierto. Y este es el espíritu que los dueños de Ulda han intentado con su decoración en su Riad Ulda.
Al igual que en el resto de la casa las habitaciones son distintas y con nombre propio, al igual que el espíritu que transmiten. Ese es el caso de “Alejandría”, única como el rojo de sus cortinas y los cristales de sus lámparas.
Su baño también está dominado por los grandes cortinajes y la decoración rococó. La lámpara de pequeños cristales y el espejo de color dorado ofrecen un aspecto palaciego a la zona. La grifería es de corte clásico en porcelana y oro.
Pero no todos los baños de la Riad son del mismo estilo. En este se ha conservado parte de la estructura de piedra de las paredes. Se ha pintado de color rojo y se ha usado la forja negra para la iluminación y los espejos.
“Los Elfos” es otra de las habitaciones del Riad. Se ha pintado en tonos amarillos. El mobiliario es también de forja, el cabecero está formado por un bonito entramado de pequeñas palmas. Las cortinas hacen de puerta a otras estancias.
El salón de Ulda responde perfectamente al concepto de chill out: un lugar al que acudir para refrescar nuestro estado de ánimo. Se ha logrado un lugar tranquilo, sin ruidos y rodeado de cojines ideal para el reposo.
En el comedor de esta parte de Ulda predominan los tonos tierras. El espacio está presidido por una original chimenea tipo terracota. Una original estantería incrustada en la pared se llena de detalles. La mesa de cristal aligera el espacio central.
Al más puro estilo árabe esta habitación pintada con estucado y en azul oscuro representa la esencia de los cuentos de las mil y una noches. Un puf de marroquinería y la original puerta de colores llenan de esencias de Marrakech el aire.
Sobre la cama se ha colgado un tapiz de recortes y con pequeños espejitos incrustados. Los candelabros que hay a cada lado de la cama son pequeñas lámparas de aire que con una tela imitan el fuego de los palacios árabes.
En la misma zona se ha colocado una salita ideada para el descanso. En la mesa central una tetera labrada en color plata guarda el té moruno de las tardes de verano en la que el visitante del Riad de Ulda solo desea reposar.
Exteriores Ulda
El edificio de Ulda abre sus puertas a un gran jardín central en el que nos podemos encontrar y una bonita y muy original piscina naturista con clorador salino.
El resto del conjunto del exterior los forman un estanque, la barbacoa y el camino de frutales. Bajo el entramado de madera en azul se puede merendar o comer al aire libre durante los días de estancia en la Casa de Ulda.
El exterior de la casa nos recuerda en cualquier momento a un pequeño oasis en medio del desierto. Los toldos de paja y la propia hojarasca en el suelo dan paso a mesas y sillas en las que tomar un aperitivo antes de comer.
A pesar de lo seco del paisaje castellano, el agua es una de las cosas que sirve como base decorativa en los exteriores del recinto. De hecho esta pequeña fuente con cabeza de león nos sirve de ejemplo en el patio.
Agradecimientos: Ulda.net