El surgimiento, como una obviedad geográfica, ha sido en la década del 20 entre los países de la península escandinava. Hasta fines del siglo XIX, Islandia, Noruega, Suecia, Finlandia y Dinamarca estaban entre los países más pobres de Europa del Norte. Pero en las primeras décadas del siglo pasado, se populariza el uso de madera aglomerada -abundante y económica- para crear muebles de líneas curvas, a tono con la estética que luego popularizaría la escuela Bauhaus.
Sus formas orgánicas, y su bajo coste, llevaron a la expansión de este estilo, que sigue marcando tendencia por sus líneas austeras, elegantes, y que sin tener que realizar grandes gastos, logran que cualquier ambiente tenga una bonita estética