La primavera y el verano suelen ser estaciones típicas para abordar reformas en casa. Y ello es por cuestiones tan sencillas como el hecho de que aprovechamos parte de las vacaciones para hacer pequeños o grandes trabajos en casa, los días son más largos y, por lo tanto, podemos sacarle más partido a las horas… Estas últimas semanas he publicado algunas entradas sobre cuidados y puesta a punto de las zonas exteriores, como Los mejores conjuntos de mesas y sillas para terrazas, balcones y jardines, La creación de un jardín vertical, Sacar la cama al jardín o Ideas para disfrutar de un pequeño balcón.
Así pues, ahora le toca el turno al suelo de las zonas exteriores de casa. Para poner a punto nuestras terrazas y balcones y que luzcan con un aspecto cuidado hemos de procurar que el suelo esté impecable. Para ello hoy vamos a dedicar algo de tiempo a repasar los mejores suelos de exterior.
Características de los suelos de exterior
Una cuestión básica cuando nos planteamos sustituir el suelo de terrazas, balcones, zonas ajardinadas y de alrededor de la piscina es su resistencia. Normalmente están sometidos durante todo el año a las inclemencias del tiempo, altas temperaturas en verano, lluvia, granizo, heladas en invierno. Esto provoca que cada cierto tiempo debamos someterlos a una limpieza en profundidad con productos que pueden dañar el material si no es lo suficientemente fuerte.
También deben ser antideslizantes, ya que suelen mojarse con facilidad, así evitaremos accidentes domésticos innecesarios. La superficie donde vamos a instalar el nuevo suelo debe estar lisa, sin fisuras ni grietas, lo que puede obligarnos a realizar un trabajo previo de tratamiento de la zona para que el acabado sea perfecto y no tengamos problemas a medio y largo plazo.
En obras de mejora de cierta envergadura, como la sustitución de un suelo, merece la pena invertir algo de tiempo y dinero. Pensemos que no es una obra que vayamos a acometer cada año, que, en muchos casos, suele ser costosa, y conviene sopesar bien pros y contras de todos los materiales disponibles en función de la utilidad que vayamos a dar a ese espacio y la climatología propia de la zona.
Los mejores materiales
El abanico de materiales disponibles para suelos de exterior es muy extenso, así que va a ser difícil no encontrar uno que se adapte a nuestros gustos y presupuesto. Vamos a recopilar los más utilizados.
Madera
Es uno de los materiales estrella a la hora de recubrir una superficie exterior. La variedad, calidades y precios es inmensa, así que conviene estudiar bien las características de cada tipo de madera pensando en la utilidad que vamos a dar al espacio. Dentro del grupo de las maderas, la de pino es la más económica. La resistencia a los golpes es semi dura y está indicada si la superficie donde la vamos a instalar está resguardada de la intemperie, teniendo en cuenta que es un tipo de madera que va a necesitar que le apliquemos un tratamiento protector dos veces al año.
Las maderas tropicales como el Ipé. El Pucté o el Bangkirai son mucho más duras y resistentes y están totalmente indicadas para su instalación en lugares que están a la intemperie. Normalmente también van a necesitar unos cuidados mínimos para su mantenimiento, que incluyen la aplicación de un tratamiento protector una vez al año.
Si lo que queremos es instalar un suelo que parezca madera pero sea mucho más resistente y no necesite mantenimiento, nuestro material es el composite, que puede ser de PVC o polietileno. Es antideslizante y muy resistente a la humedad, por lo que es perfecto para colocarlo alrededor de una piscina o en zonas ajardinadas donde siempre hay humedad.
Piedra natural
Tanto la pizarra como las cuarcitas son ideales para suelos de exterior, por su resistencia, son antideslizantes, muy decorativas y no necesitan mantenimiento. En ambientes rústicos es lo más idóneo.
Suelos cerámicos
Es un material muy utilizado en exteriores por su baja porosidad lo que lo hace muy resistente a las inclemencias meteorológicas.
Suelos de resina
Los suelos de resina están ganando muchos adeptos a la hora de revestir una superficie exterior y ello es por su resistencia, su facilidad a la hora de instalar, no tiene necesidad de mantenimiento y está disponible en multitud de acabados.