Tener madera en una estancia de la casa como el baño va a suponer un mantenimiento de la misma especial y totalmente diferente a la de otros tipos de materiales. La madera es muy sensible a la humedad, de ahí que sea muy importante un cuidado específico de la misma. Alargar la vida de la madera en el baño va a depender en gran medida de la limpieza y del buen mantenimiento que realices casi a diario.
A la hora de cuidar la madera y mantenerla en perfecto estado hay que saber antes de todo, la clase de madera que es y a partir de aquí, actuar de una manera u otra. En el siguiente artículo te mostramos las mejores maderas que puedes usar en el baño y la mejor manera de cuidarlas y mantenerlas.
Tipos de maderas para el baño
En la gran mayoría de los casos, la madera empleada en el baño suelen ser de teca o de alerce. En el primer caso, se trata de una madera tropical e impermeable. Ello hace que sea una clase de madera que es perfecta para usarla en el baño.El otro tipo de madera que se suele emplear en el baño es la de alerce. Se trata de una clase de madera que es bastante resistente al agua, por lo que perfecta a la hora de usarla en el suelo o en los lavabos del baño.
A pesar de ser bastante impermeables, no hay que olvidar que la madera es un material muy delicado y es importante el seguir una serie de consejos o pautas a la hora de mantenerlas en perfecto estado. No es para nada aconsejable el someter a la madera del baño a una temperatura superior a los 60 grados, ya que podría dañarse. En el momento de su limpieza y mantenimiento es preferible optar siempre por el uso de jabón neutro.
Cuidados y mantenimiento del suelo de madera del cuarto de baño
El suelo de madera va a exigir una serie de cuidados para que la humedad o el agua del baño no lo dañe. El mantenimiento y el cuidado del suelo va a depender en gran medida del tipo de madera usada para ello:En el caso de que una madera que ha sido tratada con aceite como es el caso de la madera teca, lo mejor es aplicar un limpiador que sea adecuada para esta clase de madera o usar un poco de jabón neutro. Es muy importante el eliminar cualquier resto de agua de la superficie y tener siempre dicha madera totalmente seca.
En el caso de la madera del suelo haya sido tratada con barniz, lo mejor es aplicar un poco de jabón neutro. Usa un trapo mojado y con el jabón puedes eliminar toda la suciedad que pueda haber acumulada. Lo siguiente es secar muy bien toda la superficie con un trapo limpio. La madera barnizada luce muy bien en el baño pero exige unos grandes cuidados para evitar que se pueda llegar a estropear. El gran problema del barniz es que no se trata de una sustancia que sea impermeable por lo que la humedad, puede a dañar seriamente al propio barniz. En el caso de observar ciertos rayones en la superficie, lo mejor es lijar toda la superficie para dejar el suelo de madera como nuevo. Hay casos en los que la madera ha perdido casi todo el brillo y resulta conveniente el aplicar de nuevo un poco de barniz por toda la superficie.
El último tipo de madera en lo que respecta a los suelos es la natural. La madera natural es la más dura de todas por lo que los cuidados son menores que en el caso de la madera barnizada y la madera tratada con aceite. A la hora de limpiar y terminar con las posibles manchas que se hayan ido acumulando con el paso del tiempo, basta con aplicar un poco de agua con la ayuda de un paño limpio. Es importante el limpiar siguiendo la dirección de las vetas de la madera. En el caso de que el suelo haya sufrido algún que otro rayón, basta con lijar la zona para conseguir que la madera parezca como nueva. Usa un papel de lija que puedes encontrar en cualquier tienda especializada y elimina los posibles rayones de la superficie.
En definitiva, la madera es un material ideal para usar en el cuarto de baño. Puedes usarlo ya sea en los sanitarios como en el suelo. Lo único malo de este tipo de material se debe al hecho de que requiere muchos más cuidados que otra clase de materiales. Es importante que la madera elegida sea lo más impermeable posible para evitar posibles manchas de humedad y tener la misma en perfecto estado, a pesar del paso del tiempo.