Hoy os muestro un nuevo macetero que he incorporado a la decoración de mi
salón.
Sí, ya sé que en mi propósito de desapego, orden y aligerar mi casa (y mi vida)
os comenté que no entraría en ella ninguna pieza hasta que salieran dos pero
es que he conseguido "deshacerme" de varias y, además, este macetero me
enamoró nada más verlo y me pareció que quedaría genial en la pared azul
sustituyendo al macetero doble de plantas colgantes que hice con
cordón de sisal, al que por cierto ya le tengo buscado nuevo sitio y planta.
El nuevo macetero de plantas colgantes es sencillo y con un diseño muy
actual: un cordón, una gran bola de madera y el recipiente, en plástico
pero con un color y una textura que parece cerámica.
Y cuando os diga el precio entenderéis que me lo haya traído:
3 en Tiger.
Está disponible en tres colores (antracita, coral y este azul) y en dos
formatos (éste y uno más fino y alargado)
El color me hizo recordar que tenía guardado un pequeño espejo de madera
en el mismo tono (Malma de Ikea 1,50), que he sacado y puesto encima
del estante invisible de libros que hice hace poco.
Otro pequeño detalle que he añadido a este rincón han sido unas piedras que
guardaba en un bote recogidas en distintos viajes. Una de ellas decorada con
una espiral punteada con rotulador a la tiza ¿Recordáis?
No quería deshacerme de ellas y les he encontrado una utilidad: decorar y
mantener la humedad de la tierra de este cactus que traje hace tiempo de
casa de mi madre y que está cada día más bonito.
Me gusta mucho cómo ha quedado y ¿a vosotros?