Hace un par de meses fue el cumpleaños de Lucía, cuando terminó y eres consciente de la cantidad de basura que generamos (mis alumnos dicen que soy de Greenpeace) se me encendió la luz de mi Síndrome de Diógenes (herencia familiar, ya podía haber heredado algo mejor) y se me ocurrió que podía reciclar algo de lo que había quedado.
Habíamos comprado en el Mercadona unos cuencos desechables de plástico y pensé que servirían para algo, también había montones de papelillos de los que vienen para separar el queso en lonchas y me dije ya está, "cuencos de papel de queso".
Así que guardé todo y saqué tiempo para hacer los cuencos en cuestión. Busqué algunos por la red para intentar hacer algo parecido y este fue el que me gustó.
www.luvocracy.com
Materiales necesarios:
Cuenco de plástico desechable
Cola blanca o latex vinílico
Imprimación, opcional
Agua
Paletina de espuma
Papelillos del queso
Imprimación
Pintura en spray verde luminoso, blanco y dorado.
El proceso es sencillo:
Se corta el papel en tiritas y con la cola y un poco de agua se hace una papilla clarita (se puede añadir un poquito de harina). Fui pegando los trocitos de papel alrededor del cuenco con ayuda de la paletina hasta que adquirió consistencia. Cuando estuvo bien seco como no me gustaban los bordes lo recorté y aquí vino mi sorpresa porque mi intención era dejar el cuenco de plástico dentro, pero el papel se desprendió con mucha facilidad y entonces salieron dos idénticos, el cuenco de plástico sólo había servido de molde.
Al tener dos, éstos habían quedado demasiado finitos, así que seguí pegando papelillos hasta que me gustó la consistencia.
Una vez secos, tardan más de 24 horas, apliqué la imprimación y los pinté con el spray.
Hay que reconocer que las manualidades no son baratas y que es más una satisfacción personal el hecho de tener objetos "made in home" que otra cosa. De todas formas yo no he tenido que comprar ningún material porque ya los tenía en casa. Ahh!!! y por supuesto lo del papel del queso es una tontería mía porque es evidente que puede servir otro tipo de papel, no deja de ser la técnica del papel maché. Aunque luego hice uno con papel más gordito y no blanco y no quedó tan bonito... para mi gusto prefiero papel reciclado del mismo tipo.
Los cuencos en cuestión quedan bien de vaciabolsillos para las llaves, anillos... es una manualidad que pueden hacer los niños si luego los pintan con témperas u otro tipo de pintura escolar y también pueden ser una opción para regalar.
Ahora el resultado.
Al ser todo de papel, parece que está forrado de pan de oro, pero claro no deja de ser un cuenco pintado.
Para ser "mi primera vez" no han quedado mal. Está claro que cualquier parecido con el cuenco inspirador es pura coincidencia.
Uno blanco.
Y el otro aguamarina.
En las fotos han salido más brillantes y navideños.
Si os gusta la idea podéis pintarlos de varios colores.
upintheairsomewhere.com
O para decorar la pared como ya os mostré en el artículo decoración de pasillos.
Un besote y que paséis un buen día.