A la pregunta ‘¿un lugar para olvidarte de todo?’, respondería sin dudar Formentera. Recuerdo perfectamente la primera vez que la pisé. Fue hace unos 8 años. Estaba de vacaciones en Ibiza con mi mejor amiga y un día decidimos coger el Ferry y conocer la isla más pequeña de las Baleares. Alquilamos una moto y a lo Telma y Louise nos dedicamos a explorar algunas de las playas y rincones más característicos, quedándonos totalmente maravilladas ante el azul turquesa de sus aguas, su arena blanca y su paisaje típicamente mediterráneo.
Desde aquella ‘primera vez’, he regresado a la isla en tres ocasiones, la última hace unos pocos días. Para los que no conozcáis Formentera, me gustaría haceros algunas recomendaciones que vale tener en cuenta para disfrutar de ella como se merece. La primera es que evitéis visitarla en los meses de julio y agosto. Los turistas italianos invaden literalmente la isla en esos meses y claro, teniendo en cuenta lo pequeña que es, resulta difícil encontrar tranquilidad.
Otro aspecto a tener en cuenta es el alojamiento. Mi consejo es que lo atéis con bastante tiempo de antelación. Este año, por ejemplo, lo cerré en marzo. Además, lo ideal es alquilar un apartamento y evitar los hoteles ya que hay pocos y son caros. En esta ocasión me alojé en una pequeña casita payesa en el campo, cerca de Sant Ferran (el segundo municipio más importante detrás de la capital, Sant Francesc) donde estuvimos de fábula. Con total privacidad, sólo se oían las sargantanas que correteaban entre los arbustos (Cases Can Xicu Castelló, Sant Ferran).
Respecto a las playas, mi preferida es, de largo, Es Caló des Mort. No es fácil de encontrar si no has estado anteriormente porque no está muy indicada, así que prepárate para perderte la primera vez. Se trata de una minúscula playa bajo una pared de piedra, rodeada de roca pero con arena fina y blanca y el agua, parece una piscina. Tranquila y transparente, no es necesario llevar gafas de buceo para observar a los peces porque se advierten fácilmente desde la superficie. Recomendación: ir a primera hora de la mañana para tener sitio donde colocar el pareo o la toalla.
También me gustan mucho las playas de Migjorn, sobretodo la de Es Còdol Foradat porque tiene menos algas y es más cómodo el baño. En estas playas es habitual la práctica del nudismo y además son mucho más tranquilas. Las más concurridas son las playas de Illetes. Paisajísticamente son espectaculares pero están siempre abarrotadas. Además hay que pagar para acceder a ellas si se va en coche o en moto porque es una zona protegida (entre 4 y 6 euros dependiendo del mes).
Hay algunas cosas que no debéis de dejar de hacer si vais a Formentera. La primera es visitar los dos faros, el de la Mola y el de Barbaria. Éste último es mi preferido y protagonista de una de las escenas más conocidas de la película Lucía y el Sexo de Julio Medem. Ni perdáis la oportunidad de bajar por el agujero por donde cayó Paz Vega. Se accede a una cueva que va a parar a un acantilado. Las vistas son increíbles.
También vale la pena darse una vuelta por el Mercadillo Hippy de El Pilar de la Mola. Es pequeño, con paradas de artesanía principalmente y hay música en directo. En verano se celebra los miércoles y los domingos durante todo el día. Y como no, es obligado no perderse una puesta de sol en la isla. Una experiencia de las que no se olvidan.
Imágenes: ToC ToC Vintage
Por último, no puedo pasar por alto la oferta gastronómica de Formentera, uno de los fuertes de la isla. Comer suele ser caro, pero ya os advierto que se paga a gusto. He aquí mi mini guía de locales donde además de la comida, también se puede disfrutar de unas vistas maravillosas.
CanaPepa: es un restaurante ubicado al lado de la iglesia de Sant Francesc, con una terraza preciosa y una cocina mediterránea de influencia italiana. Ideal para una cena romántica. No dejéis de probar sus desayunos.
BlueBar: un chiringuito en la playa de Migjorn que no te dejará indiferente. Hacen comidas y cenas pero en mi caso siempre he ido a cenar. Imprescindible ver la puesta de sol desde su terraza. Los fines de semana hacen una performance que tiene su gracia. También se pueden tomar copas ya que el local cierra tarde.
Flipper & Chiller: otro chiringuito que también funciona como restaurante y bar de copas. Está en la Playa dels Arenals y uno de los socios del local es el actor Nacho Vidal. Cocina de influencias asiáticas y un ambiente de lo más cool. La terraza de la azotea es perfecta para contemplar la puesta de sol al ritmo de la música chill out, tumbado en alguno de los sofás blancos que decoran el lugar.
Can Rafalet: si queréis comer una buen arroz con unas vistas al mar impresionantes, éste es el mejor lugar. Comida tradicional, de gran calidad y a un precio razonable.
A Mi Manera: es un restaurante ubicado en un jardín. Se trata de un establecimiento nuevo en la isla. Sólo por conocer su terraza ya merece la pena ir. Plan de lo más romántico.
Pantaleón Delicatessen: una pequeña joya abierta desde hace un par de meses. Se trata de una bonita tienda de productos delicatessen donde se puede tomar un vino y una tapa. Perfecto para un aperitivo.
Av. Joan Castelló Guasch, 5Sant Ferran Ses RoquesTel. +34 971 328 585 Próximamente os cuento cómo fue mi ruta por distintas tiendas de decoración de la isla en las que no pude resistirme a comprar algún que otro recuerdo. Por cierto, ¿cuál es vuestro paraíso particular?