Muchas te dicen que el embarazo es una época irrepetible. Supongo que cada caso es distinto. En el mío particular tengo que decir que estoy siendo muy afortunada. Básicamente porque apenas estoy teniendo molestias. Las famosas náuseas del primer trimestre pasaron desapercibidas para mí, a excepción del complemento vitamínico que te prescribe el ginecólogo y que tuvo que cambiarme porque me hacía devolver el desayuno. Primero me recetó Femasvit y ahora estoy tomando Ginegea Gest, que me sienta mejor pero que es algo más engorroso puesto que son dos cápsulas al día. En ese sentido, no hay marcas mejores o peores, así que la que os prescriba vuestro gine siempre estará bien.
Imágenes: The Little Umbrella – Fotografía: Paige Reaux
A partir de ahí, cuidarse durante el embarazo es relativamente sencillo. Mi primer consejo es que por la red leáis lo justo. Hay muchos mitos falsos y lo mejor que podéis hacer es seguir las indicaciones del médico. Por ejemplo, respecto a la alimentación lo importante es llevar una dieta variada y equilibrada. Vamos, comer de todo y repartir las comidas en unas 5 al día. Eso de que ahora toca comer por dos, es un error. Además, yo no me estoy privando de nada de lo que me gusta a pesar de haber dado negativo de toxoplasmosis. Los embutidos, sobretodo el jamón al que soy una auténtica adicta, los congelo 48 horas y luego ya los puedo comer. También puedo seguir yendo a los restaurantes japoneses, otra de mis debilidades, y respecto al sushi, sólo tengo prohibido el atún y el pez espada porque ambos llevan mercurio. Inlcuso os diré más. Tampoco he tenido que renunciar al café de las mañanas.
En el capítulo toxoplasmosis se dicen muchas tonterías sobre lo de tener gato cuando estás embarazada. Yo tengo uno y la única precaución que he tomado es no recoger sus necesidades por una cuestión de higiene. Es prácticamente imposible que un gato doméstico, que siempre ha estado en casa y que no ha entrado en contacto con otros animales, pueda contagiarte absolutamente nada.
Por otro lado, es importante beber mucha agua. Yo era de las que apenas bebía si es que no tenía mucha sed, pero ahora intento obligarme más. Tampoco he dejado de ir al gimnasio a pesar de que no hago ninguna actividad de impacto. Se puede hacer un spinning pero yendo a un ritmo más controlado, claro. Por cierto, el 25 de septiembre empiezo las clases pre-parto. En mi caso, he elegido hacerlas en un gimnasio. Son dos horas a la semana, una de ‘teoría’, donde básicamente se ponen en común dudas con el resto de futuros padres, y otra de matro-natación, con ejercicios en el agua. Ya os contaré, pero tengo unas ganas enormes de empezar ya las clases.
Y claro, no quería pasar por alto el capítulo estrías. Mirad, hay que ser realista. Por muchos potingues que uses, si te tienen que salir, te saldrán. De todas formas, sí que es recomendable hidratarse bien. Yo al principio usé la Nivea de bote azul, la de toda la vida, y a partir del quinto mes de embarazo, fui a la farmacia y me recomendaron la crema antiestrías de Suavinex. Tiene una textura muy agradable y se aplica fácilmente.
Y eso es todo. Por lo demás, intentad descansar lo máximo posible y dejaros cuidar. De nada sirve hacerse la valiente. Estar embarazada es algo único y por ello es importante sentirse bien.