De hecho, no se si lo recordáis pero hablé de ello hace unos días en este post. Y durante estos días hemos podido ver más de esa tendencia trasladada directamente a las calles durante la semana de la moda en New York.
No es necesario lanzarse con un mueble de gran volumen. Una silla, una lámpara, una letra decorativa o un teléfono como los que podéis ver en las siguientes imágenes son objetos que no ocupan mucho espacio, económicamente asequibles y que sin duda le darán un toque de carácter a estancias como un estudio o una zona de trabajo.
Estoy actualizando la web con mis trabajos, por lo que espero poderos enseñar pronto algún pequeño mueble y objetos que encajen en esta línea de producto. Hasta entonces, aquí os dejo con un poco de inspiración.
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En realidad nuestra vivienda es -o por lo menos yo creo que debería serlo- una extensión de nosotros mismos. Por lo que nuestros gustos, personalidad y las tendencias que adoptemos a la hora de vestir deberían estar bastante en sincronía con nuestra forma de entender y plantear la decoración de nuestras viviendas.
Así pues no es de extrañar que si somos de subirnos al carro de tendencias como el color block en pequeñas dosis (como sería el caso de unos zapatos, un bolso o algún accesorio) no sería una sorpresa que utilizásemos también pinceladas de color en nuestra vivienda.
Y en el caso de los más extremos vistiendo seguramente también llevéis esa osadía cromática de puertas para dentro.
¿Qué me decís al respecto? ¿Sois de los A o de los B?
¿O no creéis que en vuestro caso exista un paralelismo en vuestra forma de vestir cuerpo y casa?
*
Qué bonitos los colores brillantes y cargados de pigmento luminoso en piezas de carácter industrial,
¿verdad?
Besos
G
Fuente: este post proviene de Doctora Vintage, donde puedes consultar el contenido original.
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