Se trata de una casa de Nueva York, del Greenwich Village, diseñada por el equipo de StudioLab. Ese es el primer dato que me fascina: ¿os imagináis el contraste entre este interior tan moderno, casi espacial, y el exterior victoriano del Greenwich? Me encanta la idea.
En el interior, lo podéis comprobar, predominio del blanco en paredes, suelos y mobiliario. Incluso se juega con la temperatura de color de la luz para acentuar más esta sensación. Entornos muy limpios, espacios diáfanos, sin obstáculos, el escaso mobiliario se agrupa en el perímetro de las estancias. Aunque ya sabéis que lo más importante para mantener la sensación visual en este tipo de espacios es el ORDEN. Mucho espacio de almacenaje en zonas no visibles y fuera de las áreas de tránsito.
Los elementos de almacenaje, la cocina o incluso la barandilla de la escalera se difuminan en la estructura. No deben destacar para dar la sensación de amplitud y limpieza que desea el cliente. Una pared pivotante que se cierra a través de unos railes divide el espacio del salón del resto de la casa, para cuando se necesita más intimidad.
Las únicas notas de color vienen de los muebles y algunas pared, todo en azul claro, lo que viene a contribuir aún más a la sensación nívea de todo el espacio.
¿Qué os parece? ¿Os resulta práctico un piso así?
Visto en: HomeAdore
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