Puertas lacadas. Una opción moderna y muy elegante para tu hogar

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Puertas lacadas. Una opción moderna y muy elegante para tu hogar

Hoy me he levantado y lo primero que he hecho es prepararme un café. Capuchino, tres cucharadas de azúcar y con mucha crema, hasta el borde de la taza: mi preferido. He cogido el café y me dirigí al salón.

Allí se encontraba mi mujer, en medio de la estancia, con los brazos cruzados y la mandíbula tensa; conozco perfectamente ese gesto y me he apartado de ella unos tres pasos, lo he hecho solo por precaución.

Desde su posición, mi señora esposa contemplaba muy seriamente el pasillo de entrada de la casa y hacia el otro que da a las habitaciones, primero miraba uno, luego el otro, y no dejaba de hacerlo. Pasado unos minutos, se digirió hacia el pasillo de las habitaciones y allí contempló muy concentrada las entradas a los cuatro dormitorios. Luego se encaminó al pasillo de la entrada e hizo lo mismo con la puerta que da a la cocina. A todo esto, yo la seguía pero siempre algo alejado de ella; guardar las distancias es fundamental para, en un momento dado, salvar tu vida. Lo cierto es que comenzaba a preocuparme por aquella situación.

“Luisfe. Tenemos que cambiar todas las puertas de la casa. Son todas anticuadas y muy desgastadas”. “Claro que sí, cariño, tienes toda la razón. Podemos poner del tipo de puertas clásicas, las de toda la vida, se parecen mucho a estas que ya tenemos y existen multitud de modelos y tonalidades”. “De eso nada, Luisfe. Estoy harta de las puertas de toda la vida. Vamos a instalar puertas de interior lacadas en blanco“.

Este es el momento en que mi mujer me da más miedo, cuando está totalmente decidida por el cambio que hay que hacer sin haber consultado antes conmigo. Puertas de interior lacadas. Si os tengo que ser sincero, no tenía ni la menor idea de que existieran este tipo de puertas, siempre he creído que los únicos muebles que se lacaban eran los de la cocina. Para evitar males mayores, eché mano de mi portátil, lo encendí y volví a confiar en mi fiel amigo Google. Puertas de interior lacadas, escribí en la ventanita. Me asombró descubrir que aparecieron casi un millón cien mil resultados. De acuerdo de que no iba a verlos todos, pero me decidí por investigar los primeros y conocer el mundo de las puertas lacadas.

Lo primero que averigüé de que se trata de un verdadero mundo el de las puertas lacadas. Me sorprendieron gratamente todas las características y ventajas que ofrecen las puertas lacadas. ¿Queréis conocerlas?

El lacado es un sistema de pintura muy duradero y que nunca amarillea con el paso del tiempo.

Otra ventaja de este tipo de puertas es su gran facilidad a la hora de instalarlas, un buen ejemplo son las puertas correderas sin obra.

Disponen de una superficie tersa, uniforme, lisa, sin poros y satinada; no se distinguen ni rendijas ni grietas, lo que supone que no existan las muchas veces molestas vetas de la madera.

Con las puertas lacadas siempre disfrutarás de una espectacular estética y una gran variedad de modelos y diseños. Además de que el lacado admite una infinidad de colores y tonalidades.

Siempre tendrás tus puertas perfectas gracias a su gran facilidad y comodidad a la hora de lavarlas y limpiarlas. Un trapo, un poco de agua y jabón es lo único que necesitarás para mantenerlas siempre brillantes y como nuevas.

Las puertas lacadas disponen de una estética muy versátil, por lo que podrás combinarlas y encajarlas sea cual sea tu gusto y estilo de decoración que hayas utilizado en tu hogar.

Son puertas cuya composición interior se crean con los mejores materiales y componentes, lo que hacer de ellas unas puertas fuertes y robustas que no tienen nada que envidiar a las clásicas puertas de interior.

Quedé totalmente convencido de que mi mujer tenía toda la razón: las mejor opción para la casa eran las puertas lacadas. Con ellas conseguiremos que nuestro hogar tenga un cambio de look mucho más moderno, elegante y distinguido que con las puertas que ahora mismo tenemos.

Apagué el ordenador, terminé mi café tan preciado, me vestí y fui a buscar a mi mujer para decirla que otra vez tenía roda la razón y que nos íbamos a elegir y comprar las puertas lacadas que nuestra casa se merecía. Y nosotros también. ¡Qué narices!

Un fuerte abrazo y nos vemos por La Mansión de las Ideas.