El punto intermedio
Estamos acostumbrados a decorar la habitación infantil con colores primarios, vivos y alegres. Como contraste recurrimos al polo opuesto: los clásicos colores pastel, que aportan tranquilidad, espacios acogedores y nunca fallan, pero... ¿Por qué no buscar el punto medio?
Hay otras posibilidades para huir de los clichés establecidos y crear esquemas de color vivos, que permitan a nuestros niños expresarse en toda su alegría y optimismo.
Intensificar tonos
Si observamos la rueda de color, identificaremos los tonos intermedios, aquéllos situados entre los pasteles y los fuertemente saturados.
Podemos escoger uno de ellos e incluso combinar dos o tres complementarios. Paredes y alfombras son ideales para establecer estas combinaciones. Recordad que las cuatro paredes no tienen por qué ser iguales. Dejaremos una de ellas para el tono más atrevido.
¿Qué color te hace feliz?
La clave está en en intensificar los tonos a medida que se avanza en la decoración, terminando por los acentos en colores más fuertemente saturados. Un poco de energía nunca viene mal, los colores alegres nos levantan el ánimo y fomentan la creatividad. Preguntad a los niños qué colores les hacen felices.
Quizás también te interese:
Consejos para acabados en los muebles infantiles
Aprender a decorar con la rueda de color