Llevo un año malo, muy malo, cuento los días para que termine, a ver si el que viene me trae algo mejor. Laboralmente me siento absolutamente desbordada, seguro que como muchos, la situación es la que es y las empresas se aprovechan de ello, yo ya he llegado a un punto que no soporto que me digan “al menos tienes trabajo“, lo siento porque sé que hay gente que lo está pasando realmente mal, pero yo también, me está costando la salud. Las cosas deberían estar más repartidas…
Al trabajo se le junta la frustración de saber que no estoy dando todo lo que puedo en Decofeelings, que es lo que quiero y que si no le dedico más tampoco avanzo, me estanco, es la pescadilla que se muerde la cola. Aún así saco tiempo de debajo de las piedras para seguir con mis post, contestar mails, todo eso mientras me ocupo de mis hijas (últimamente no como quisiera), las recojo de cole, las llevo a extraescolares, hago tareas en casa, recados, y entre cinco minutos y cinco minutos, intento cargar unas fotos, o escribir un par de líneas, por descontado que llega el fin de semana y aquí sigo, delante del ordenador. Todo esto es agotador y más cuando has nacido con un extraño gen que me repite constantemente que “debo llegar a todo y que todo ha de estar perfecto”.
¡Pues yo ya no puedo más! estoy agotada, me siento enferma, deprimida y me paso el día llorando, esto no debería ser así. No sé si es la cabeza la que me machaca el cuerpo (luego necesitaría un loquero) o es que realmente tengo algo físico. De momento estoy con esto último, así que si algún día veis que falto a mi cita con vosotros, sabed que es porque estoy de médicos y si notáis que mis post no son lo que eran, tened paciencia por favor y seguir conmigo, es un bache que espero pase pronto.
A lo mejor pensáis que soy una soñadora, ya no me conformo con el “esto es lo que hay“, creo que se puede vivir de otra manera.
¡Gracias por escucharme y por estar ahí!
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