¿Has decidido hacer una reforma integral en casa y no sabes qué pasos has de seguir? Lo primero, ármate de paciencia y no te dejes llevar por el estrés. Hoy te damos unas pautas para que puedas establecer un orden correcto a la hora de planificar los trabajos.
Puede que te parezca repetitivo, pero creo que es uno de los mejores consejos que puedo darte en estos momentos. Ahora lo decisivo es planificar, planificar y después… planificar. Solo con las cosas bien pensadas lograrás mantener alejado el caos, una vez comiencen las obras y surjan los imprevistos (que surgirán, no lo dudes). Sin embargo, con un orden muy claro de las tareas a realizar, todo será mucho más fácil.
Es cierto que, lo que nos gustaría realmente es marcharnos una temporada de casa y volver cuando todo haya terminado. Y que todo esté perfecto, tal y como nosotros queríamos. Pero la realidad suele ser diferente.
El cuarto de baño, punto de partida de una reforma integral en casa
El orden lógico a la hora de empezar la reforma integral en casa, es hacerlo por el cuarto de baño. Este es un espacio independiente del resto de la casa, en lo que se refiere a revestimientos, pavimentos, etc. De hecho, la reforma del baño no tiene por qué afectar al resto de espacios domésticos.
En cuanto al plan de actuación en el baño, habría que comenzar por derribar lo existente quitando sanitarios y viejos revestimientos. Después se realizarían los trabajos de fontanería y nuevas instalaciones, en caso de que las hubiera. A continuación se colocarían los revestimientos de las paredes y el suelo, el plato de ducha y los sanitarios y, por último, el mobiliario.
De todas formas, y aunque conviene que conozcas el orden a seguir, los buenos profesionales de la reforma saben perfectamente cómo han de hacerse las cosas y en qué orden. Confiar en ellos será una buena decisión.
La cocina, el siguiente paso
Un caso aparte son las cocinas abiertas al salón. En ellas, la reforma ha de acometerse en conjunto con este otro espacio, ya que seguramente compartirán una misma estética en cuanto al suelo y las paredes.
Cambiar los pavimentos
En el caso de que los suelos sean de madera o de materiales más delicados que la cerámica o la piedra, hemos de ser cuidadosos con el resto de las obras (e instar a aquellos que las realizan a que los sean también).
Las carpinterías y las ventanas
Cuando se realiza una reforma integral en casa, lo habitual es que se cambien también las puertas y ventanas. En este caso, hemos de esperar a tener el suelo definitivo, ya que la altura o, mejor dicho, el grosor del nuevo pavimento influye en las puertas de paso y en los armarios.
Cuando ya se han cambiado las carpinterías interiores, le llega el turno a las ventanas. En realidad, los profesionales de hoy son capaces de cambiar las ventanas de casa sin apenas estropear las paredes. Sin embargo, es mejor realizar este trabajo con antelación a la fase de pintura.
Por último, las paredes
Sea como sea, hasta que no estén finalizados los trabajos de pavimentos, carpinterías, etc., no se debe comenzar a pintar techos y paredes. El papel pintado ha de ser lo último.
Ahora ya puedes dar por finalizada la reforma integral en casa. Comienza en esta momento una etapa igualmente apasionante: la de dar vida a los espacios, decorarlos y recrear en ellos el interiorismo que define tu carácter y tu forma de ser. ¡Que lo disfrutes!
Puedes leer la entrada original y completa en de la revista online Decoración 2.0.