Lo sé, lo sé. Renovar el dormitorio es el abc del cambio de estación. Pero quiero que la redecoración vaya un poco más allá. Te hablo de pequeñas cosas, de detalles. De dar un aire nuevo con pocos cambios. En el camino surgen algunos problemas entre lo que me gusta y lo que necesito. Que no siempre coinciden lo uno con lo otro es algo que sabemos tod@s, ¿verdad?
La idea de redecorar mi dormitorio viene ya de hace tiempo. Demasiado. Por una cosa o por otra se ha cumplido el viejo dicho de “En casa del herrero, cuchillo de palo”.
Cuando finalmente se alinearon los planetas, pinté la habitación y cambié una de las lámparas de lecturallegó a mi vida una gata cachorrita enferma a la que tuve que hacer un hueco junto con todos sus “enseres” en mi dormitorio. Había que mantenerla cuidada y separada de mi otro bichete gatuno. Así que adiós a renovaciones, redecoraciones o lavados de cara.
El lunes pudiste ver a través de una cámara de vigilancia el estado actual de mi dormitorio. Que sí, que me gusta lo sobrio, pero en este momento está casi monacal. Así que retomo lo que empecé y te lo cuento paso a paso ¡Espero que esta vez no haya interrupciones!
Renovar un Dormitorio de Estilo Nórdico
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Lo primero que hice fue pintar la habitación. Hasta ese momento mantenía la pared del cabecero de un color oscuro que lo destacara y las dos paredes laterales de un tono blanco roto. La pared del fondo es todo armario y no me convencía nada la idea bicolor que acortaba visualmente el tamaño del espacio. Me decidí por un color blanco que diera luz y amplitud a la habitación. Cero complicaciones.
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Retiré todos los detalles y adornos que tenía en las paredes manteniendo únicamente un espejo de cuerpo entero con el marco gris plata. Un espejo así es siempre muy práctico a la hora de vestirse. Y además bonito:
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Entre tanto también compré una lámpara para la mesita de noche que fue un flechazo y se adaptaba perfectamente a lo que necesitaba; básicamente que tuviera la altura necesaria para resultar cómoda a la hora de leer.
Me plantee la idea de pintar las partes de madera de mi armarioy finalmente decidí dejarlo como está. Al menos de momento. A mí me gusta la madera, pero si no es tu caso, unas capas de pintura siempre son una solución económica.
Lo mismo sucede con el suelo, me encantan los suelos blancos, o grises, o rojos, o negros, o de madera rústica. Pero por nada del mundo voy a cambiar el suelo de toda mi casa que es de madera rojiza. La solución está en las alfombras. Y aquí tengo una duda que dejaré para el final de proceso, pero que te cuento ahora. Por si me puedes aconsejar.
Tengo claro que quiero unas alfombras “con cuerpo” y mullidas. Mi primera idea es colocar una o dos alfombras Beni Ouarain. No solo me encantan, sino que el color claro creo que aportará claridad al suelo.
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La segunda opción sería una Boucherouite llena de color. Es decir, oscilo entre dos ideas que no pueden ser más diferentes.
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También voy a mantener de momento el cabecero. Quizá más adelante me decida por otro que será, con toda probabilidad, de madera blanca.
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Y ese es básicamente el estado en el que está ahora mismo mi habitación. La base sobre la que comenzaré a hacer cambios e incorporar elementos nuevos.
Pero eso será el próximo viernes. Estoy convencida de que no quieres que este sea un post eterno ¿Verdad?
¿Qué me aconsejas sobre las alfombras? ¿Neutro y claro? ¿Mucho color? ¿Alguna otra idea?
¡Hasta el viernes!
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