¿Se te roto un azulejo? ¿La puerta de un armario no cierra bien? ¿El grifo gotea? No hace falta que corras a llamar a un profesional si te ha ocurrido algunas de estas cosas. En realidad, son pequeñas reparaciones en la cocina que puedes hacer tú mismo con un poco de maña.
Es inevitable. Sea como sea y pongas el cuidado que pongas, hay ciertos desperfectos que se producen siempre en las casas, como resultado del uso diario y del paso del tiempo. Y la cocina no es una excepción en esta regla. Allí también se estropean las cosas, y más que en otros espacios, ya que se trata de un esapcio que está sometido a un uso enorme y constante.
Ahora bien. El hecho de que sea normal que las cosas se deterioren, no quiere decir que no haya que ser cuidadoso con ellas. Evidentemente, cuanto más cuidado tengamos y más delicadamente tratemos nuestras cosas, menos arreglos tendremos que hacer. Pero lo cierto es que muchas veces esas cosas se estropean sin que nosotros podamos evitarlo.
En lo que se refiere a la cocina, hay ciertos desperfectos que son bastante habituales y que, además, tienen una solución relativamente sencilla, por lo que podemos encargarnos nosotros mismos de repararlos. No sólo nos evitaremos tener que estar pendientes de llamar al profesional que tenga que venir a arreglarnos el desperfecto, sino que también (y no menos importante) nos ahorraremos un buen dinerito. Te contamos qué arreglos son los más comunes y qué cosas hay que tener en cuenta antes de ponerse manos a la obra.
Las reparaciones en la cocina más comunes: un azulejo roto
Qiue se rompa un azulejo de la cocina no es una cosa tan rara. Basta con que se nos caiga al suelo algún objeto pesado, por ejemplo. El caso es que reparar este desperfecto pasa por cambiar el azulejo partido o desconchado por otro nuevo.
Puede ser que tengas algunos de cuando se alicató la cocina. Si es así, será más fácil, ya que de lo contrario tendrías que buscarlo por las tiendas de azulejos. Una vez tengas la pieza en cuestión, necesitarás también cemento cola y cemento blanco (el primero se puede comprar ya mezclado, como una pasta fácil de usar).
Comienza por quitar los restos del azulejo roto, metiendo un destornillador en las juntas y dando unos golpes con un martillo. Después aplica cemento cola en el suelo (o la pared) y coloca el azulejo (puedes poner unos puntos de cemento cola por el reverso del mismo). Dale unos golpecitos para nivelarlo con el resto de los azulejos y deja secar un par de días. Para terminar aplica una lechada de cemento blanco mezclado con agua a las juntas.
Se ha descolgado la puerta de uno de los armarios
Las puertas de los armarios de la cocina no paran de abrirse y de cerrarse durante todo el santo día. Y así, un día tras otro… Y vuelta a empezar. No es extraño entonces que alguna de ellas termine por descolgarse, quedando descuadrada con respecto al resto.
La solución a este problema es tan fácil, que no merece la pena llamar a un carpintero. Solo tendrás que atornillar ligeramente los tornillos de las bisagras de la puerta, aunque si ya están muy viejas conviene que las cambies (algo que también puedes hacer tú mismo). Busca unas que coincidan con los agujeros de la puerta y atorníllalas a la misma.
El grifo del fregadero gotea
Que el grifo de la cocina gotee es uno de los desperfectos que más se producen en las cocinas y que puedas arreglarlo tú o que tengas que llamar al fontanero dependerá del tipo de grifo que tengas. Puede ser que el grifo de tu cocina sea de dos mandos. En ese caso, atrévete a repararlo tú mismo. Lo más seguro es que solo tengas que cambiar las gomas. Hazlo de la siguiente manera: corta el agua, retira el embellecedor que suelen llevar los grifos, desenrosca el tornillo que sujeta la junta y cámbiala por la nueva. Eso es todo.
El problema viene cuando el grifo es monomando (lo que suele ser lo más frecuente). En esos casos, no intentes arreglarlo tú. No es nada fácil. De hecho, la mayoría de las veces no compensa arreglarlo y es mejor cambiar el grifo por uno nuevo. ¡Y no te cuento ya si el grifo es un poco moderno y lleva el caño extraíble! Entonces seguramente el desperfecto no tendrá otra solución que comprar un grifo nuevo.
La encimera de mármol tiene un desconchón
Para arreglarlo necesitarás un reparador específico para mármol de dos componentes (resina y polvo) que rellene el desconchón y selle la zona. Aplícalo, espera a que se seque y después pule con un cepillo de lana metálica humedecido en agua.
Para terminar aplica sobre toda la encimera un barniz para mármol que la impermeabilice. De esta forma evitarás que el mármol (que es un material poroso) absorba la suciedad y los líquidos.
¿Has visto qué fácil es reparar ciertas cosas en la cocina? ¡Atrévete y verás!
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