Nacieron en la ciudad que le dio nombre, en México. Mezcla acero cromado negro mate y PVC en distintos colores, algo revolucionario en aquella época, al igual que pasó con los famosos diseños de Eames. Su diseño sigue la manera que tenían los mayas de hacer sus hamacas, así que su estilo podría decirse que supera lo vintage aunque a muchos nos parece un estilo innovador, como si acabara de llegar de un superestudio de diseño de mobiliario.
Es de muy fácil mantenimiento y bastante resistente por sus materiales y forma ergonómica, perfecta para interior y exterior. Su versatilidad en cuanto a la ubicación es de las cosas que más me gusta de ella, a veces podrá ocupar un espacio en el salón y a veces en la terraza, pero algo que destaca de las sillas Acapulco, es que son muy ligeras visualmente, aportan color pero se puede ver a través de ellas, y eso las hace muy apropiadas para espacios donde no quieras que los muebles pesados se lleven el protagonismo, especialmente en espacio pequeños.
Existen diferentes modalidades donde podemos encontrar balancines y hasta una gama especial para niños ¿Quieres seguir conociéndolas?
Muy característico de ellas es la forma ovalada y las tres patas, mide 77 x 88 x 90 cm.
En cuanto a su estilo, se adapta a todo tipo de ambientes. Industrial, nórdico, minimalista... ¿Dónde la colocarías tu?
Las sillas Acapulco pueden ser el mejor complemento que puedes poner junto al sofá, un par de asientos no sobran en una sala de estar donde son frecuentes las visitas o simplemente una zona de lectura.
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