Las sillas de comedor son un elemento común en todos los países. Conocidas como Dining chairs en USA o cadeiras de sala de jantar en Portugal, son elementos indispensables en la decoración de nuestro hogar, y no tan solo un objeto con una indiscutible utilidad.
Sin embargo, cuando se pasa mucho tiempo sentado en ellas, la incomodidad puede aparecer si no has tenido en cuenta otros aspectos más allá del decorativo. Por eso, ¿qué tal si te echamos una mano para que sepas cómo comprar sillas de comedor y hacerlas cómodas? Vamos a ello.
Aspectos fundamentales para comprar sillas de comedor
Elegir unas sillas de comedor, igual que con cualquier otro mueble, es vivir una relación de amor-odio. Cuando lo ves en la tienda te parece lo más bonito del mundo. Incluso es posible que te lo imagines en tu casa y dándoles múltiples usos. Pero, después de un tiempo de usarlas, te das cuenta que esas sillas en realidad parecen hechas por el demonio porque no puedes estar en ellas más de unos minutos, un par de horas quizás, y las miras con odio.Como no queremos que te pase esto sino que vivas una relación platónica de muchos años, ¿qué tal si prestas atención a los aspectos fundamentales para su compra? Concretamente a:
Controla el tamaño de la mesa y de tu espacio
Hay comedores grandes y otros pequeños. Unos estrechos y otros bastante anchos. Y cada uno de ellos nos está indicando el espacio que tenemos.En general, debes controlar el tamaño de tu mesa, si esta es redonda, rectangular, cuadrada… porque influirá en el número de sillas y en el espacio entre ellas.
Para que te hagas una idea, cada silla debe tener un mínimo de 50cms. Es decir, que si tu mesa es de 100 cms, solo tendrías 2 sillas. Si además estas te vienen con brazos, entonces en lugar de 50 serían 60cms.
La propia mesa te da algo más. Y es que si pones sillas altas harás que ocupen más visual y haga que la mesa parezca pequeña, cuando no tiene por qué serlo. Si colas unas de respaldo más bajo, o con uno abierto, consigues el efecto contrario.
Material de construcción
No es lo mismo unas sillas de comedor de la marca Sklum que unas sillas de Ikea. O del Lidl. Los materiales con que están hechas son muy diferentes, y eso no solo afecta al precio, sino también a la calidad de estos accesorios.Normalmente, para elegir las sillas de comedor, debes pensar en la funcionalidad que van a tener y en todas las personas y/o animales que conviven en casa. Y es que si tienes mascotas o niños, unas sillas que sean fáciles de limpiar son mucho mejores que unas tapizadas o de tela.
Relacionado con esto está la decoración de tu hogar. No puede ser que tengas un comedor de estilo renacentista (con madera) y que le pongas unas sillas de plástico, porque no pegarían mucho si el resto de esa estancia está enfocada en un estilo homogéneo.
Comodidad
¿Qué prefieres, unas sillas cómodas o unas que se ven estéticamente elegantes? Esa es quizá una de las primeras preguntas que debes realizarte y que hará que te decantes entre esta dicotomía.Esto no quiere decir que no puedas encontrar unas sillas que cumplan con los dos requisitos, solo que requerirán de algo más de tiempo y quizás un presupuesto algo más elevado.
Duración de las sillas
No te equivoques, no nos referimos a la calidad de los materiales ni a cómo estén fabricadas, sino a si no te importa que pasen de moda o bien prefieres un estilo más atemporal que case con todo.Y es que cuando una silla es para mucho tiempo, es mejor utilizar una de calidad, pero que sea atemporal; que sea moderna pero a la vez clásica; vieja y nueva.
No te dejes engañar por esas sillas que están de moda o colores en tendencia. Si solo buscas unas sillas de comedor para unos meses, o a lo sumo un año, sí. Pero si vas a utilizarlas más tiempo, es mejor que sean atemporales.
El diseño de las sillas de comedor
Esto es también importante. ¿Con respaldo? ¿Con reposabrazos? ¿Altas? ¿Bajas? ¿Con asientos anchos?Hay muchas preguntas que debes realizarte antes de salir a comprar una silla. Y es que todo esto tiene que ver con el diseño de la silla. Además, debes pensar si las quieres todas iguales o que tengan su propio estilo y combinen a la perfección a la vez que representan algo especial de la familia.
Por ejemplo, la marca Sklum tiene diferentes sillas de comedor, pero si te fijas, muchas de ellas llevan casi un mismo estilo y pueden ser una forma original de usarlas en el comedor, donde cada miembro podría tener la suya propia. Al ser parecidas entre sí, no desentonarían (y el precio no es descabellado).
Cómo hacer que las sillas de comedor sean cómodas
Ya tienes las sillas de comedor. El problema es que casi todas ellas, llegado un momento, pueden resultar incómodas. Y eso provoca que, cuando estás sentado mucho en ella, te duela el trasero, la parte trasera de los muslos o incluso las piernas y la espalda. ¿Hay manera de evitarlo? ¡Por supuesto!
Colocarle cojines: En concreto, un respaldo cómodo y un asiento mullido. Eso hará que sean mucho más agradables y que puedas pasar más tiempo sentado sin que te moleste nada.
Elegirlas con soporte lumbar: Cuidado, porque no a todos les va bien el soporte por defecto. Es decir, algunos necesitarán que se adapte un poco más a sus necesidades. Y esto, en las sillas de comedor, no suele ser posible, pero sí puedes ayudarte de cojines.
Que tengan reposabrazos: A menudo ayudan a relajar el cuerpo ya que, al tener una zona en la que colocar los brazos, se descarga tensión. Cuando estos no están en la mesa, solo pueden dirigirse al suelo o tenerlos entre las piernas, y puede hacer que tengamos una postura encorvada (con lo que se resiente más la espalda). Como ves, hay muchos aspectos para encontrar unas buenas sillas de comedor. Ahora te toca a ti poner en un papel todo lo que quieres encontrar en una y tener paciencia para hacerlo.