Hace algo más de 5 años que duermo en una cama sin cabecero. Y la verdad sea dicha, no lo he echado en falta. Sí que es cierto que al principio valoré la posibilidad de poner uno. Supongo que lo pensé porque lo ‘normal’ es que la cama tenga un cabecero. Hasta que un día me di cuenta de que tampoco era algo necesario. El hecho es que cada vez más me gustan más las camas despojadas de cabecero, y al contrario de lo que puedan decir expertos en decoración o tendencias, personalmente me invitan más al descanso.
Imágenes: Urban Outfitters
Tradicionalmente el cabecero solía ser el protagonista del dormitorio, y no niego que en algunos casos eso está más que justificado. Pero soy de las que prefiere focalizar la atención en otros elementos como por ejemplo en las mesitas, la iluminación, alguna que otra pieza decorativa, o en los textiles de cama, y más si son de la nueva colección de Urban Outfitters. Toda una tentación, no os parece? Feliz fin de semana