Aunando características como la resistencia y la durabilidad, este tipo de suelos han ido evolucionando hasta convertirse en una de las mejores opciones para cubrir todo tipo de viviendas. Siendo capaces de satisfacer todo tipo de necesidades.
Tarimas de exterior sintéticas: Un tipo de suelo que aúna la estética y la funcionalidad
Una de las principales ventajas que se desprenden de la elección de este tipo de alternativas es la capacidad que tienen para ofrecer un gran equilibrio entre estética y funcionalidad. Gracias a la tecnología presente en su proceso de producción, es posible alcanzar una amplia gama cromática: desde las tonalidades en tono madera hasta las tono tierra. Pasando por la madera o los acabados piedra. Un abanico de opciones que permite mimetizarse a la perfección con multitud de estilos a nivel estético.Conviene saber, además, que nos encontramos ante un tipo de suelo especialmente resistente. Siendo una de las mejores opciones para mantenerse en perfecto estado ante cualquier tipo de clima. Además, en el caso de que la vivienda cuenta con piscina, el acabado rugoso con el que cuenta hace que su superficie sea antideslizante, garantizando la seguridad de todos los usuarios.
Un suelo sin mantenimiento, exprimiendo la simplicidad
Uno de los principales motivos por los que este tipo de soluciones se han convertido en uno de los suelos más utilizados en espacios exteriores es lo relacionado con su facilidad a la hora de llevar a cabo la instalación. Además del nulo mantenimiento que conviene llevar a cabo.La instalación se lleva a cabo a través de rastrales de composite y con sistema de clips. Un aspecto que permite que no sean necesarias ni las obras ni las herramientas especiales. Además, pueden cortarse, permitiendo adaptarse a todo tipo de entornos, garantizando un resultado más que profesional.
A nivel de mantenimiento es importante saber que únicamente con con la limpieza habitual es más que suficiente. De manera periódica, también es recomendable llevar a cabo la limpieza a través de agua a presión, que permite profundizar en aquellos puntos en los que la limpieza diaria no alcanza. No obstante, su gran durabilidad y el tratamiento que se imprime al suelo facilita que no sea necesaria la aplicación de barnices o cualquier tipo de cera a posteriori.
Las tarimas exteriores no se han convertido en uno de los suelos más demandados por casualidad. En su escaso mantenimiento, su fácil instalación y su importante peso a nivel estético encontramos tres de sus innumerables ventajas.