Parar dar por finalizada esta etapa estival y antes de entrar de lleno con las tendencias que nos esperan este otoño-invierno 2015-2016 vamos a visitar una preciosa casa de campo con la que soñaríamos cualquiera de nosotros.
Denominada como “Tiny House” está situada en la Isla de Sauvie al norte de Portland (Oregón). Su propietaria, Jessica Helgerson que es diseñadora de interiores, vio en esta casa una buena oportunidad para trasladarse a vivir con su familia los fines de semana y periodos de vacaciones.
Construida en los años 40 esta vivienda ha pasado por innumerables reformas. Originariamente formaba parte de una comunidad que albergaba a los trabajadores de los astilleros de Vanport (Oregón). Tras las graves inundaciones que provocó el río Columbia en 1948, la vivienda fue arrastrada río abajo hasta la isla de Sauvie donde se transformó en una estación de control y más adelante fue reconvertida en casa de alquiler.
A finales de 2008 Jessica y su marido Yianni compraron la propiedad con 400 m2 de terreno adyacente. La reforma que no comenzó hasta 2012, consistió en rediseñar por completo los 160 m2 de espacio interior, pero conservando y recuperando los materiales originales para no restarle personalidad a la vivienda.
Una gran sala principal con techo a dos aguas y vigas de madera, alberga la cocina, un amplio comedor y la zona de estar. En esta zona se diseñaron dos amplios sofás con cajones debajo que sirven de cama cuando tienen invitados y de almacenaje, una gran solución decorativa para aprovechar al máximo el espacio. Se diseñaron unas estanterías a lo largo de toda la pared frontal de la sala y se bajó el techo en la zona habilitada para baño y habitación de los niños, para así construir un altillo donde colocar la cama de matrimonio, a la cual se accede a través de una escalera de madera de nogal recuperado.
La estufa de leña, las ventanas nuevas, las paredes recubiertas de lamas de madera y los suelos de roble blanco de la zona aíslan muy bien la casa y la dotan de una alta eficiencia energética.
Lo que más llama la atención de la casa es el tejado verde recubierto de musgo y helechos autóctonos de las orillas del río Columbia. Les ofrece a su vez un buen aislamiento y un toque visual muy atractivo en contrapunto con la madera tradicional blanca, integrándola perfectamente con el entorno.
Disponen además de un gran terreno exterior donde han construido un invernadero, una pequeña granja con gallinas y un huerto de frutas y verduras por lo que se abastecen de los productos que ellos mismos cultivan, todo un ejemplo de estilo de vida ecológica y sostenible.
¿Os gusta el estilo de la “Tiny House” como refugio de vacaciones?
vía: Home Dsgn
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