En una vivienda podemos encontrarnos con malos olores por múltiples causas: tabaco, suciedad, tuberías, mascotas, humedades… El problema es que, si no se ataja correctamente, puede convertirse en un problema serio con consecuencias para nuestra salud.
Cuando encontramos un mal olor en nuestra vivienda, sea del tipo que sea, muchas veces tendemos a enmascararlo con el uso de ambientadores, sean de origen químico o naturales (plantas aromáticas, granos de café, etc.) Sin embargo, desde Vivienda Saludable queremos hacer hincapié en que la mejor opción es encontrar su origen y solucionarlo de raíz. Ya que los malos olores pueden incidir en las afecciones respiratorias por ejemplo, o provocar mareos y dolores de cabeza.
Como máxima, airear la vivienda es básico para evitar la concentración de malos olores en casa. Es aconsejable ventilar por las mañanas entre 15 y 20 minutos y, a poder ser, no solo las habitaciones.
A continuación, os contamos cuáles son los malos olores más frecuentes en casa y cómo podemos despedirnos de ellos para siempre:
- Olor a humedad: identificar de dónde proviene y cuál es su causa. El olor a humedad en casa es común cuando tenemos filtraciones en las paredes, goteras en el techo o en los grifos y tuberías, o fugas de agua que dan pie a la acumulación de líquido y, con ello, a la formación de moho y hongos. Para este tipo de situaciones, lo mejor es recurrir a un profesional de confianza, pero también podemos adoptar una serie de medidas preventivas como cambiar los filtros en las ventilaciones del aire acondicionado y de la calefacción de forma regular. No guardar prendas húmedas en los armarios. Recuerda cambiar las toallas semanalmente y no colgarlas tras la puerta del baño, ya que no suele correr el aire en ese hueco.
- Olor a tubería: prueba con un producto desatascador y sigue las instrucciones que aparecen en el envase. Si el mal olor persiste contacta siempre con un profesional porque podría ser algo más grave. Como medida preventiva, evita tirar por el desagüe del inodoro, lavabo o fregadero desperdicios, así como extremar el cuidado con los pelos porque pueden producir un atranco. Por supuesto, es conveniente limpiar el baño y la cocina semanalmente con los productos adecuados.
- Mal olor en la nevera: básicamente se produce por guardar alimentos en mal estado o dejarlos demasiado tiempo en el frigorífico. Una vez a la semana (quizás aprovechando la llegada de la compra semanal) vacía completamente la nevera, mira qué productos pueden estar poniéndose malos, caducados, etc., y haz una limpieza. Después, cuando esté vacía, desinféctala bien por dentro con agua caliente y jabón o algún producto de limpieza multiusos.
- Olor a contaminación: puede colarse de la calle el humo de los coches, autobuses, fabricas, etc… y fijarse en las cortinas u otros elementos textiles. Lo mejor en estos casos es contar con una vivienda bien aislada, evitando esas filtraciones de aire indeseadas. En este caso, las ventanas juegan un papel importante, ya que de ellas dependerá en gran medida el nivel de aislamiento térmico de nuestra vivienda.
- Olor a cocinado: en ocasiones el olor que desprenden ciertos guisos puede resultar molesto si se extiende por toda la casa. Para evitarlo, conviene tener bien limpia la campana extractora, no obstaculizar extractores ni rejillas, ventilar correctamente cuando se esté cocinando y un tiempo después, etc,.
- Olor a basura: la basura debe sacarse a diario, no solo cuando la bolsa esté a rebosar. Además, es importante que cada semana limpiemos el cubo de la basura, ya que siempre quedan restos o malos olores en su interior.
- Mal olor de la lavadora: con el uso y el paso del tiempo se va acumulando la suciedad procedente de la ropa, restos de detergente y otras partículas. No es conveniente cerrar la lavadora después de cada lavado, puesto que puede ser la causa del olor a humedad, y procura sacar la ropa de la lavadora nada más terminar el programa. Presta atención al filtro, que suele encontrarse en la zona más baja y cubierto por una tapa. Una vez descubierto solo hay que desenroscarlo y sacarlo para limpiar, ya que pueden quedar restos en el mismo. Algunas lavadoras tienen programa de autolimpieza, que son muy útiles para evitar malos olores.
En líneas generales, la ventilación y una buena limpieza con frecuencia son claves para que en la vivienda no haya malos olores. Esperamos que con estos consejos vuestro hogar siempre desprenda un aroma saludable.