El apartamento que os quiero enseñar hoy, tiene una mezcla de estilos y colores que me han enamorado. Es un claro ejemplo de que las cosas se pueden hacer bien si se quieren, no es cuestión de metros ni de dinero, es sólo cuestión de ganas y buen gusto.
Han sabido mezclar tonos neutros en paredes y complementos, combinados con pequeños toques de colores pastel y una pared de ladrillo que no deja indiferente. Además detalles como los travesaños de madera, la pared de ladrillo blanca de los ventanales o el cerramiento entre cocina y salón, son un plus.
El salón y la cocina están separados por un vano de cristal en un tono gris clarito, que ayuda a realzar la luz y amplia el visualmente el espacio. Además, se aprovecha para hacer que uno de los lados se pueda utilizar para colocar módulos bajos de cocina, y el otro, para colocar el sofá del salón.
Me encanta esta pequeña zona de comedor de la cocina, es de lo más acogedora!
Además si os fijáis en la ventana (a la derecha de la foto), veréis el banco precioso con dos mesitas. Ideal para un café a media tarde.
Al lado de la tele, en una esquinita del salón y aprovechando al máximo la luz natural, han colocado una balda de madera que se convierte en escritorio. Además, para completar la zona y hacer juego con la pared del office de la cocina, han utilizado dos estanterías en blanco, que se integran a la perfección. ¿Os gusta este rincón?
El recibidor se abre al salón sin más separaciones. El toque a esta zona, lo pone la pared de ladrillo llena de libros. Una maravilla!
Me encantan los cerramientos diferentes. Lo más fácil es utilizar ladrillo o pladur (entre otros mil materiales) para hacer este tipo de separaciones, pero yo soy fan de ideas resultonas como esta que han utilizado para crear una zona de vestidor. Visualmente no ocupa tanto espacio como si fuera una zona completamente cerrada y además, "decorativavmente" hablando, queda mucho mejor.
La pared del cabecero de la cama, la han aprovechado al máximo. A la derecha, han colocado un pequeño tocador, cerquita de la ventana. Y detrás de la cama, un mueble bajo, se aprovecha para ganar espacio de almacenaje.
El aseo es de tamaño reducido, pero está muy bien aprovechado gracias al lavabo en esquina.
Las bolsadas hidráulicas en suelo y pared, le dan ese toque personal que tanto me gusta.
Los invitados estarán encantados.
El pequeño espacio del balcón, está muy bien aprovechado. Han colocado columpios a ambos extremos, y una pequeña barra de madera en la pared del ventanal, muy útil para colocar la taza de café o el libro.
Además, han puesto el grano de calidez con las tablas de madera y las macetas que han colocado en vertical. Con esto, han hecho el espacio mucho más agradable, verdad?
Fuente: Architektura Wnetrz
¿Qué os parece?