El apartamento que hoy os enseñamos fue construido en 1887. Su principal atractivo son las paredes de ladrillo, los techos altísimos y el espacio abierto que engloba cocina, dormitorio, sala de estar y comedor. Eso y el encanto de tener más de 100 años.
Su distribución y su construcción antigua han hecho que nos enamoremos inmediatamente de cada uno de sus rincones. No faltan en la decoración de este bonito apartamento una gran variedad de textiles, que hacen que el espacio sea muy cálido a pesar de los altos techos y los espacios abiertos que lo definen.
El suelo de madera ayuda a crear una continuidad a lo largo de todo el apartamento, incluida la cocina. Para vestir el suelo, han elegido distintos tipos de alfombras: una de fibras naturales para la entrada de la cocina, otra de inspiración marroquí para la zona de comedor, una multicolor para el salón y otra más neutra para el dormitorio. Todas ellas combinan a la perfección entre sí y contribuyen a la creación de esa sensación de calidez de la que antes os hablaba.
El efecto del ladrillo visto nos gusta tanto que las paredes de este apartamento no necesitarían ningún tipo de decoración, pero a pesar de esto, han colocado algunas láminas con diferentes tipografías y con motivos abstractos.
No me gustaría despedirme sin antes destacar que la elección de tonos grises ayuda a crear continuidad en todos los espacios del apartamento, aunque ésta se ve rota por pequeños toques de color procedentes de textiles y cuadros.
Contadnos, ¿os gustaría vivir en un apartamento como éste? ¿Cambiaríais algo o lo dejaríais tal cual está?
¡Volvemos la semana que viene con mucha inspiración!
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