Como habrás podido notar, este hermoso comedor es ligeramente sobrio, lleva una pizca de elegancia y un toque de diversión. Y, sobre todo, toma como base un protagonista muy poco invitado a vestir las paredes de nuestros hogares ¿o me vas a decir que no?
Probablemente muchos de nosotros no nos hayamos atrevido a hacer algo como esto, probablemente no hayamos invitado a este verde olivo a colorear las paredes de nuestro comedor y ni que decir de nuestro dormitorio. “No hay forma”
Este hermoso comedor en Villanova diseñado por Stephanie Kraus, nos demuestra totalmente lo contrario y cómo este invitado, el verde olivo, se puede convertir en un buen anfitrión en cualquier ambiente de nuestros hogares. ¿Notaron que el color no le quitó luminosidad al espacio? Eso es gracias a los hermosos zócalos de madera blanca que visten la mitad de todas las paredes y a los complementos decorativos blancos y de tonalidades claras. La combinación del color dorado de algunos accesorios como la luminaria, el espejo y las manijas de los cajones le aportan un gran sentido de elegancia. Sin dejar de lado de darle un toque divertido con las tonalidades fucsias en los cuadros y el animal print leopardado en las lámparas decorativas.
Sin duda ese cuadro fucsia realza todo el espacio y combina a la perfección con el verde olivo.
¿Y ahora, te animas a invitarlo a tu casa?
Images courtesy of Stephanie Kraus Designs
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La casa de Freja.