Tienen, como todo, sus ventajas y sus inconvenientes. Lo bueno, la falta de obstáculos, la amplitud, la luminosidad; lo malo, la falta de intimidad, la confusión de espacios, la sensación de vacío.
En este caso, el estudio Sirs con sedes en Londres y Viena, desarrolló este proyecto de convertir un viejo almacén de la capital británica en un edificio de viviendas y oficinas. En la última planta destinaron dos grandes espacios a sendos lofts.
Personalmente, creo que la utilización del parqué tanto en suelos como en algunos revestimientos es uno de los trucos que más calidez aporta en el espacio. Además, es un truco fantástico para dibujar la continuidad de los espacios. También aportan personalidad al espacio la columnas de hierro pintadas de blanco, con sus capiteles originales.
La iluminación general se ha resuelto con halógenos empotrados, pero después se han utilizado algunas lámparas decorativas en espacios puntuales para crear ambientes diferenciados, que asimismo se han definido con alfombras.
El baño es una de mis estancias favoritas, con la iluminación perimetral en el frente de espejos.
¿Y qué me decís de la terraza?
(Fuente: Living Corriere)
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