Os tengo acostumbrados a ver decoración en líneas sencillas, con pocos elementos de decoración y más funcionalidad, colores neutros como el blanco, el gris y la madera. Todo esto sería la definición del famoso y tan de moda, estilo nórdico. Pero no a todo el mundo le gusta esa sobriedad, hay quien prefiere los colores alegres, más del estilo mediterráneo en el que gracias al sol y la luz natural se puede combinar tonos más fuertes y llamativos. Por eso hoy quería salir de la rutina y mostraros este precioso piso en Madrid. Creo que pocos colores se han dejado por poner, pero no han perdido ni pizca de armonía y buen gusto. Hay que tener mucho cuidado en elegir este estilo y mejor si nos dejamos aconsejar por un decorador. Jugar con estos colores es peligroso, y del buen estilo a vivir en la casa de Agatha Ruiz de la Prada, hay una línea muy muy fina.
Fuente: Nuevo Estilo