Ya tenia ganas de que llegara este día para poder mostraros el resultado del ultimo proyecto que he estado haciendo en estos días, para mostraros el antes y después de este viejo y estropeado aparador. Desde luego es una de todas las recuperaciones que he hecho en la que mas he disfrutado.
Este aparador lo rescate de un contenedor cercano a casa, el cual vi cuando pasaba con el coche. Tengo que admitir que yo no lo vi primero, la primera que lo vio fue mi mujer (que esta hecha una súper copilota) y automáticamente me dijo "¡para!". Fue todo un reto conseguir que entrar bien en mi coche, que es pequeñín, pero finalmente lo pude llevar al taller para poder convertirlo en lo que es hoy.
El mueble verdaderamente no estaba en muy buen estado. La parte trasera estaba rota y carcomida, la base con carcoma y muy endeble, y las puertas.... de las puertas mejor no hablar porque vaya estropicio hicieron con ellas y con el mueble para colocarlas. Parecía que estas puertas no eran las originales del mueble vaya y además estaban medio rotas. Vamos una maravilla. Pero por suerte la estructura estaba bien así que este aparador tenía futuro. Así quedó después desmontar todo lo que estaba mal.
Desde el primer momento en el que vi este aparador ya tenia mas o menos en la cabeza la idea de lo que iba a hacer con el. Así que, cuando llegó el momento, me puse manos a la obra y lo primero que hice fue lijar todo muy bien y pintarlo todo en un gris zinc muy bonito. A continuación, con unos listones y un tablón de palet hice la parte superior del mueble, sustituyendo al mármol que tenia originalmente, y repuse la parte inferior. Estas maderas suelen estar siempre muy manchadas y astilladas así que el trabajo de lija que hay que hacer con ellas es importante.
A veces la idea inicial cambia sobre la marcha por muchos motivos y en esta ocasión así fue. La idea que tenia para las puertas era muy distinta pero fue colocar estos dos tableros para las puertas y me enamoré. Me enamoré de las betas de la madera, de esas franjas oscuras que recorren cada tablón y que parece que están puestas ahí a cosa hecha. Me encantó el aspecto que le daban al mueble y no podía romper esa "magia".
Para terminar este aparador, le coloqué unos tirados negro que siguieran la misma línea de estilo que estaba adquiriendo el mueble y barnice todo. Y en las fotos podéis ver bien el resultado. Este mueble ha pasado de estar muy estropeado y casi con un pie en el vertedero a ser un precioso aparador de estilo industrial. El cambio ha sido espectacular. Ya solo con el cambio de color se veía que el mueble iba a ganar y mucho. Las medidas de este aparador son 45 cm de fondo por 110 cm de largo y 80 cm de alto. Como todos los muebles que recupero, está a la venta, por si tiene viene bien para tu casa, por solo 110 euros. Un aparador único y muy original sin duda.
Espero que os haya gustado el cambio y que pronto luzca precioso en cualquiera de vuestras maravillosas casas. ¡Ciao!
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