Este rincón de culto del aficionado vitícola encumbra el tratamiento artesano de la madera maciza a la condición de auténtico ejemplo de maestría. El orgullo embarga a los artífices de la obra, ya que, junto a su padre y su hermano, Ricardo ha logrado configurar una habitación muy especial a través de aspectos como el asombroso artesonado o el revestimiento en piedra de la pared, detalles merecedores de total admiración.
Agradecimientos a Ricardo Sanz, lector de Adecorar.com y responsable de www.muebleartesano.com.
El techo es una verdadera obra de arte. El delicado artesonado aporta al conjunto un matiz mudéjar muy importante, ya que esta forma tan peculiar de adornar las techumbres se extendió en España gracias a los musulmanes españoles que permanecieron en el país tras la Reconquista.
El espacio en el que se ha llevado a cabo la transformación tiene una superficie de 6,5 m. de largo por 3,5 m. de ancho. La madera es el material protagonista de esta exquisita reforma, empleándose las variedades de pino viejo y norte, en una tonalidad pino-teca.
La funcionalidad de este lugar consagrado al disfrute de los caldos más selectos ha aumentado con la inclusión en el espacio de una práctica cocina. Está compuesta por un fregadero, una vitrocerámica y una campana extractora de alto nivel decorativo, ya que la madera simula al mármol.
La integración de los elementos culinarios ha tenido lugar gracias a un mueble de pino proyectado por Ricardo y su equipo dividido en dos partes diferenciadas: un mueble superior de dos puertas y uno inferior con cajones, además de dos puertas con celosía protegida del polvo gracias a unas láminas de metacrilato.
De los extremos de un vetusto yugo cuelgan dos lámparas, contribuyendo al estilo ornamental de aire rural. La iluminación indirecta de este ambiente vitícola se consigue con la instalación de cuatro tubos fluorescentes entre la viga horizontal y la pared.
En absoluta armonía con la madera, convive la laja, un tipo de piedra lisa, plana y grande que se ha utilizado para construir la pared. La evidente influencia rústica de este particular revestimiento concede a la bodega un toque natural ciertamente atractivo.
En el capítulo de las ventanas, hay que indicar que las dos con las que está dotado este habitáculo poseen marcos de madera, continuando la línea general. Debajo de las mismas encontramos los radiadores de hierro fundido de toda la vida, estéticamente muy acertados.
La predilección por recuperar aparejos campestres también se deja sentir a través de la mesa principal. La adhesión de cuatro patas a un trillo antiguo constituye un mueble renovado sobre el que se han distribuido objetos decorativos plenamente acordes.