Cada vez son más las viviendas que cuentan con una zona para organizar fiestas, celebraciones, reuniones…en definitiva para juntarse con familia y amigos. En este caso se construyó en el espacio que ocupaba un pequeño patio trasero. Una vez planificado todo, llegaba el momento de diseñar y decorar el espacio, Ángel, el dueño de la vivienda tenia muy claro lo que quería: huir de las bodegas de estilo rústico decoradas con piezas antiguas. Se puso manos a la obra (ya que todo lo realizó el con sus propias manos) a parte de un manitas, tiene un gusto exquisito, ayudé en todo lo posible y sobretodo dimos muchas vueltas al diseño de la barra y el botellero que eran el punto fuerte. También pensamos en como aprovechar los huecos que dejaban dos ventanas existentes anteriormente y añadirlas al diseño nuevo. Otro de los temas que más hablamos fue los colores, em primer lugar se planteó rojo, gris, blanco, negro… pero finalmente eligió estos colores, y creó que acertó de pleno.
Más tarde llegaba el momento de la iluminación, y quedó fabulso todo retroiluminado en color azul, que llamaba mucho la intención. Por último hacía falta decorar las paredes con algo original, y entonces nos decidimos: nada de vinilos, las pintaría yo mismo a mano, y así fue. Pinté la barra y la pared principal con motivos musicales, ¿el resultado? juzgar vosotros mismos…
Finalmente consiguieron una bodega, diferente y con mucho estilo. Además con la satisfacción de estar realizada por sus ropias manos. Para mí es un placer cada vez que voy a alguna fiesta.
¿Os gusta el resultado final?