Con el tiempo se les fue dando otros usos como por ejemplo habilitarlas como dormitorio para la servidumbre. En las casas unifamiliares y en los edificios que había en las ciudades, la planta más alta estaba destinada al bohemio de turno o para el que a duras penas se podia pagar un techo.
¿Cómo ha cambiado eso verdad? Ahora a muchos nos gustaría disponer de una buhardilla para lo que se nos antoje, simplemente por tener ese espacio tan encantador.
No tenemos por qué limitarnos a poner un dormitorio o relacionar una buhardilla con un aire más rústico, hay de todo. Podemos aprovechar hasta el más pequeño rincón a pesar de su arquitectura y acomodarlo a la función que más nos sea necesario.
Se pueden habilitar como cuarto de los niños, de juegos o un buen lugar de trabajo. Para los más jóvenes puede ser una locura tener su dormitorio independiente de la casa y ya ni os cuento si os podéis permitir colocaros una bañera allí. Con esto os quiero decir que si tenéis una buhardilla no la dejéis olvidada porque le podéis sacar mucho partido con una buena distribución y como no, una bonita decoración.