Se trata de una pequeña casita en el campo que combina a la perfección el aire rústico y vintage basándose en el color blanco como centro de todo. La mezcla de este color con tonos suaves y materiales naturales crea una atmósfera espectacular. El ratán y la madera sin tratar dan ese aire rústico quitando suavidad al ambiente general.
Me encantan los rincones llenos de detalles que crean una escena muy cuidada y delicada, repleta de delicadeza. La luz juega un papel imprescindible en el resultado final. Me transmite tanta paz y serenidad que me parece el sitio ideal para descansar día tras día. La fotógrafa Krista Keltanen sabe captar la magia en cada disparo.
¿No os llena de paz?
¿Os gusta el estilo de esta preciosa casa de campo?