Este primer mes nos estrenamos con la temática Planto mi jardín, y como ya sabéis los que nos conocéis, ¡Nos gusta mucho! Somos una familia enamorada del campo, del huerto, de los animales y de las flores y estamos encantados de traeros un pedacito de la naturaleza con esta manualidad que queremos acompañar con un cuento: Sr. Ortiga.
Dos hermanitos que querían tener un gato... Todos los días, un minino paseaba por su jardín y descansaba entre las flores plácidamente, pero en cuanto iban a tocarle, escapaba corriendo...
Un día el hermano mayor tuvo una idea... ¿Porqué no le hacemos al gato una mascota? ¡Si! una mascota que pueda oler, que le guste y que mordisquee como hace con nuestras plantas...
Y con su padre y su madre, se puso manos a a la obra inmediatamente... ¡Necesitamos una media, tierra y una planta que crezca muy rápido y les guste mucho! ¡Semillas de césped para gatos!
Y en el mismo jardín empezaron a hacerlo siguiendo unos pasos muy sencillos:
1. Coger un puñado de semillas y meterlas a la media
2. Llenar la media de tierra
3. Anudar la media cuando tenga el tamaño deseado
4. Hacer una pequeña pelotilla y atarla con un cordel ¡Será la nariz de la mascota!
5. Pegarle unos ojos de manualidades
Cuando ya tuvieron la pequeña mascota preparada, la dejaron apoyada sobre un bote de plastilina con agua y dejaron pasar los días... ¡pero no en el jardín! porque al hermano le gustó tanto el resultado que decidió dejar la mascota en su ventana, donde le daba el sol y podía verla cada día...
¡Como le gustaba ver a la mascota y a su pelo crecer! A pesar de que sabían que sólo había sido una prueba y de que había que mejorar muchas cosas, él estaba tan feliz... tanto que se le olvidó el gato, y porque había decidido hacer la mascota... ¡pero a su hermanita no!
Aprovechando un día de pesca al aire libre, la madre y la pequeña se decidieron por fin, a hacer una mascota en condiciones: con sustrato, y semillas de césped para gato.
¡Ahora si lo tenían todo bien preparado! ¡Incluso tuvieron tiempo de hacer una pequeña excursión, en la que cazaron una rana! ¡Manos a la obra!
¡Hacer la mascota era fácil! ¡Ya tenían experiencia con la primera!
Llenar la media con un buen puñado de semillas en primer lugar...
Continuar llenando la media con sustrato...
atar la media con un nudo...
Y finalmente pechizcar la media con la tierra, anudarlo con un cordel y pegar unos ojitos de manualidades.
Cuando acabaron de preparar la mascota, se fueron a dar otro paseo por el campo y la niña que estaba cogiendo flores, se ortigó...
- ¿Por qué esas ovejas están entre las ortigas y no les pica como a mi? - peguntó.
- Porque los animales se protegen con el pelo y su fuerte piel, corazón - respondió su madre
- ¿También lo gatos? - volvió a preguntar
- Si mi niña - le respondió con cariño su madre
- ¡Pues ya sé cómo le voy a llamar a mi mascota! ¡Sr. Ortiga!
Acababa de nacer, y ya le tenían bautizado... jajajaja!
- ¡Qué ganas tengo de ver crecer el pelo! - dijo la pequeña en cuanto llegó a casa
Como su hermano, se llevó al Sr. Ortiga a la ventana de su habitación donde lo colocó sobre un vaso de plástico con agua y lo regó... y en dos días empezaron a crecer los primeros hierba-pelos... ;)
- ¡Ya crecen las semillas! ¡Ya le crece el pelo al Sr. Ortiga!
Y la verdad es que era impresionante ver la velocidad a la que crecían las semillas de césped de gato... ¡Y las raíces del hermano del Sr. Ortiga!
En una semana ya tenían al Sr. Ortiga con un pelo que era la envidia de toda mascota... ¡Más aún cuando remató su look con unas gafas de diseño azules! guau!
El Sr. Ortiga y su hermano habían encontrado su hogar... Eran queridos y cuidados todos los días por dos hermanos que amaban la naturaleza por encina de todo, y estaban felices con sus mascotas de ventana, viéndolas crecer... ¡Dos miembros de la familia más!
¿Cogieron finalmente al gato? ¡Por supuesto! ¿Acaso lo dudabáis?
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