Llevaba tiempo con ganas de tener un pequeño terrario para plantas y había
pensado en hacérmelo con cristales y juntas de metal, siguiendo la técnica
que utilicé el año pasado para hacer una campana para suculentas (aquí).
Podría no haberme complicado y haberlo comprado ya hecho pues, al estar
tan de moda, son muchos los modelos que encontramos en el mercado con
preciosas formas geométricas.
Pero ésto hubiera sido demasiado fácil para alguien que gusta del hazlo tú
mismo y fui dejándolo hasta encontrar el momento y los materiales con que
hacerme uno.
Finalmente no he tenido necesidad siquiera de hacer el DIY: una bonita
tulipa de un plafón de techo con base octogonal en vidrio y metal negro
se cruzó en mi camino y la he utilizado para crear mi propio terrario de
plantas.
Aquí la tenéis, ¿no os parece ideal?
Nada más verla pensé que ni de encargo ;-)
Gracias al hallazgo, lo único que he tenido que hacer ha sido crear una buena
base donde plantar.
Primero una generosa cama de piedrecitas para evitar el encharcamiento por
falta de drenaje. Guardaba un bote con minúsculos cantos rodados negros de
una playa de La Palma que me trajo como souvenir una amiga. Son pues
de origen volcánico lo que favorecerá la regulación hídrica del terrario de una
manera natural.
Encima la tierra y las plantas.
He elegido tres variedades de suculentas: unas uñas de gato silvestre (Sedum
Dasyphyllum) que encontré en un viejo muro, el esqueje que traje de casa de
mi madre en Pascua y la sufrida Sansevieria Cylindrica que tengo desde hace
tiempo y que necesitaba ya ser trasplantada.
La forma de riego mejor con pulverizador y a esperar que agarren y se
desarrollen sanas en su nuevo y pequeño ecosistema.
Para disfrutar de mi pequeño jardín de suculentas un buen café slow.
¿Recordáis la cafetera para infusionar café que os mostraba hace tiempo
(aquí)?
Mi idea inicial era haberle hecho un cuello con cuero pero en aquel momento
improvisé con una sencilla goma gruesa.
Ahora he utilizado una falda que tenía guardada desde tiempo inmemorial
para hacer un recorte con tijeras en zig-zag, pasar dos cordones gruesos y
hacerles un nudo corredero rematado con una bolita de madera.
Mucho mejor, ¿verdad?
Con estos dos pequeños DIY nos vamos a celebrar los Findes Frugales de
Marcela Cavaglieri.
¿Me acompañas?