Se trata de una vivienda de tamaño muy reducido y con un sencillísimo exterior, tan sencillo que se funde en el paisaje, quedando perfectamente integrado. A pesar de su sencillez y austeridad, el interior de la vivienda es delicado y muy cuidado, lleno de detalles que hacen de esta casa un lugar especial.
Por lo general, predominan los colores blanco y azul, creando así un look muy marinero. Los complementos en madera y ratán, hacen que los elementos naturales que rodean la casa, la invadan por dentro. Mi rincón favorito, el baño, me parece precioso. La vivienda por lo general un remanso de paz.
Imágenes vía: http://minipisos.blogspot.com.es/
¿Qué os parece esta sencilla vivienda?
¿Os gustaría tener un lugar así donde retiraros?