Así que a continuación os vamos a mostrar todos los beneficios que podemos obtener de este tipo de camas, las principales objeciones para usar este tipo de mueble, así como una completa clasificación de todas las camas nido juveniles que podéis encontrar para vuestros niños, y por último os indicaremos los aspectos más importantes y primordiales en los que debéis fijaros antes de proceder a su elección.
1. Ventajas de las camas nido juveniles
Como hemos comentado en el prólogo, un problema habitual en muchas familias es que los dormitorios para nuestros hijos son bastante pequeños, y para aprovechar mejor el espacio utilizamos algún tipo de mobiliario que esconda el lecho durante el día para proporcionar más territorio al niño o la niña para estudiar o jugar.
Básicamente podemos encontrar dos tipos de camas que se esconden, unas son las abatibles que se levantan y se guardan en vertical dentro de un armario, y después tenemos las llamadas tipo “nido” que poseen un somier deslizante para almacenarse justo debajo de otra cama, un sofá, un escritorio o cualquier otro tipo de mobiliario.
Así pues las principales ventajas que encontraremos en las camas nido juveniles e infantiles son:
Al poder esconderse, obtenemos más espacio útil durante el día en espacios pequeños.
Es una opción muy utilizada en hogares de familia numerosa, al igual que con las literas infantiles seguras para niños, es una alternativa para que los hermanos pueden compartir la misma habitación.
Si somos hijo o hija única, siempre se puede utilizar como una cama adicional para que algún amigo, familiar o invitado duerma en la habitación.
Aunque lo vamos a ver más adelante, se pueden encontrar camas nido juveniles con muchas funciones adicionales, como por ejemplo tener varias cajoneras para guardar cosas.
2. Objeciones de las camas nido para niños
Como habéis podido ver, son muchos los beneficios de una alternativa nido, sobretodo para las familias numerosas o los hogares que no son espaciosos. Pero cuando empecéis a utilizar este tipo de lechos es cuando se empieza a ser consciente de algunos puntos débiles en su uso como:
Uno de los principales problemas de las camas nido infantiles, sobretodo para niños pequeños, es que son más altas de lo normal, por lo que es muy recomendable utilizar una barrera de seguridad para evitar caídas peligrosas.
Una objeción entre hermanos, es que si compartes la misma habitación tienes menos intimidad.
Aunque la cama nido se arrastra fácilmente, cuando deseamos mover este tipo de mobiliario es más pesado que una simple cama con un somier.
Y la última pega que tiene utilizar las camas nido juveniles en invierno o en ambientes muy fríos, es que el espacio para guardar la cama es bastante ajustado, y si la vistes con una funda nórdica, un edredón o varias mantas puedes encontrar problemas para encajarla. Aunque una práctica solución sería utilizar algún tipo de sacos nordicos infantiles que se ajustan perfectamente a la sábana bajera con una cremallera y no cuelgan por debajo del colchón.
3. Clases de camas nido infantiles
Ya hemos analizado las principales ventajas e inconvenientes de utilizar las camas nido juveniles o infantiles para niños, así que ahora vamos a ver las distintas funcionalidades o tipologías de este tipo de lecho que podemos encontrar.
Cama nido de arrastre
Esta clase es la más habitual, se trata de una cama escondida debajo de otra que simplemente arrastrándola se saca. Básicamente aquí la funcionalidad que buscamos con la opción nido es tener una cama adicional. Serían casi todas las imágenes que hemos visto hasta ahora en este post.
Cama nido sofa
Un tipo de camas nido juveniles muy utilizadas en hogares de segunda residencia como un chalet, una casa de campo o la estancia de vacaciones, es optar por tener un sofá en el comedor o en la salita que almacene una cama adicional para aquellas pernoctaciones con varios familiares o amigos.
Cama nido escritorio
Para aquellos niños que disfrutan de unas habitaciones pequeñas y deseamos tener un único mobiliario que haga las funciones de armario, escritorio y descanso, lo más común es utilizar un mueble compacto con cama abatible. Pero otra opción igualmente útil y menos conocida es decantarse por una cama escondida justa debajo de la plataforma para estudiar; en la siguiente imagen vemos un ejemplo.
Cama nido compacta
Otro tipo de camas nido juveniles e infantiles que frecuentemente se destinan en los dormitorios de nuestros hijos son las “compactas”. Este tipo de mueble además de tener una segunda cama, posee una prácticas cajoneras en su base para guardar ropa, zapatos o cualquier otro elemento deseado.
Cama nido triple
Si tenemos una familia muy numerosa, o si el niño o la niña desea hacer una fiesta de pijamas con varios amiguitos, siempre tenemos la opción de optar por una cama nido triple, con lo que tendremos tres lugares para dormir con el mismo mueble en la misma habitación ocupando tan solo el espacio de uno.
Cama nido regulable
El somier de las camas nido para niños es flexible y por lo tanto se puede levantar una vez lo hemos sacado para ponerla a la misma altura que la cama principal. Si bien, podemos encontrar algunos nidos deslizantes que en vez de elevarse se quedan a ras de suelo. Por ejemplo en las camas nido infantiles triple va a ser muy difícil que los tres colchones queden a la misma altura.
Cama nido grande
Las camas nido suele ser un tipo de mueble utilizado para dormitorios infantiles o juveniles, o para estancias que deseen tener una cama más adicional; con lo que es habitual que sean de 90 cm de ancho o incluso un poquito más pequeñas.
Pero en este sector también podemos hallar nidos de gran tamaño de 135 cm o incluso XXL de 150 centímetros de ancho. Eso sí, no son fáciles de encontrar y debemos disponer de un presupuesto más elevado.
4. Aspectos a considerar en las camas nidos
Ya hemos visto todas las ventajas y funcionalidades que han provocado el aumento de uso de camas nido juveniles e infantiles en los dormitorios para niños, pero antes de comprar una como mínimo habría que considerar los siguientes aspectos que consideramos fundamentales:
Es primordial que la cama nido sea fácil de manejar, que se pueda deslizar sin dificultad y además que cuenta con un somier ligero y accesible.
Debemos tener en cuenta que se trata de un mueble muy visible en el dormitorio de los niños, por lo tanto siempre es muy conveniente que tenga un diseño bonito con una ropa de cama juvenil elegante para que podamos presumir de la habitación de nuestros hijos.
El material más comúnmente empleado para fabricar las camas nido suele ser la madera en sus múltiples variedades (pino, contrachapado, DM, etc….) pero también se pueden encontrar modelos más ligeros elaborados con aluminio o forja.
El último factor a tener en cuenta al elegir las camas nido juveniles o infantiles, sería decidirnos por la tipología o funcionalidad que deseamos obtener, ya que hemos visto que se puede compaginar hasta con un escritorio.
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