Un entorno eminentemente rural esconde una rehabilitación de vanguardia exquisita, respetando la arquitectura original de la construcción agrícola.
La colococación de grandes ventanales, en un espacio inmejorablemente orientado, permiten acumular el calor necesario para lograr la temperatura ideal en las frías noches extremeñas. El uso de materiales autóctonos, como los originales muros del establo y la madera de roble y la combinación de otros de plena actualidad como el cemento pulido, consiguen aportar el equilibrio entre ambos mundos, el rural y contemporáneo.
Respetuosos con un entorno privilegiado, el equipo de Ábaton realizó una instalación de paneles solares con acumuladores y turbinas para aprovechar el cauce de dos arroyos cercanos.
El gran descubrimiento fue hallar un manantial subterráneo que se ha convertido en una fuente del patio interior, y como recurso natural para la casa en los meses de verano, ya que corre bajo la construcción hasta llegar al río, creando así una especie de suelo radiante de efecto frío.
Las imágenes hablan por sí solas…