Carrie Bradshaw no era tonta, no. Supo donde vivir, donde vestir y a tan solo unos minutos del centro y en un barrio de ensueño. Eso fue lo que pensé en nuestra luna de Miel, cuando por fin pudimos perdernos entre las calles de la gran manzana. Como fan fan de series como Sex and The City allí arrastre a Toño cual believer a hacerme una foto en el que era su apartamento, y lejos de las pruebas gráficas, o de la tarta deliciosa que comimos en Magnolia Backery, he de decir, que me quede prendada del barrio. Y es que vivir en West village debe de ser casi un sueño.
Ya no solo por lo que suponía (televisivamente hablando) si no porque de repente, como en una burbuja, te perdias en un lugar tranquilo, diferente, cómodo de recorrer, sin creer que a muy poco nos encontrábamos en el centro de New York. (bueno… para ir hasta central Park…. había un tirón, pero por la 5a, se haría mas ameno ¿verdad?).
Así que mientras me toca o no la lotería para cogerme un apartamento en un barrio tan pictórico y único como este, que mejor forma que colarse en cualquier interior de diseño con el que soñar, inspirar y casi despedir el mes de Noviembre.
Y hoy nos colamos en casa de Alison Cayne, fundadora y creadora de Heavens Kitchen y que ademas de su cuidado y pasion por la cocina, muestra una elegancia y un estilo en su dia a dia.
En una casa con un estilo clasico marcado, reminiscencias elegantes y algun atrevimiento, esta vivienda familiar se abre a una arquitectura casi victoriana, donde los techos altos, las molduras o los muebles clasicos te enamoran.
Una arquitectura industrial y elegante donde las balaustradas juegan a abrir las casas al exterior. Vivir en West Village tiene que ser un lujo.
Un lugar que irradia luz y orden, y cuya cocina, como no podria ser de otra manera, se presenta como un espacio vintage y unico.
Atreverse con colores intensos, o con un desorden ordenado en el despacho, sin duda, fuente de inspiracion y un lugar de 10.
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