Zaha Hadid ( 1950, Bagdad, Irak – 2016, Miami, Estados Unidos) fue una arquitecta anglo-iraquí, que pasó la mayor parte de su vida en Londres, donde está su estudio de arquitectura.
Sus proyectos y trabajos se pueden englobar en la corriente denominada desconstructivista y recibió premios tan importantes como el Mies van der Rohe (2003); Premio Pritzker (2004) -siendo la primera mujer que consiguió este galardón-, y el Praemium Imperiale (2009).
Nació en una familia iraquí de clase alta, árabe sunni. Su padre Muhammad Hadid fue un industrial acaudalado de Mosul que fundó el grupo al-Ahali en 1932, situado en la izquierda liberal.
Posteriormente, fue vicepresidente del Partido Nacional Democrático entre 1946 y 1960 y ocupó el puesto de Ministro de Finanzas en el gobierno del general Abd al-Karim Qasim (después del golpe de Estado de 1958). La madre de Zaha Hadid, Wajiha al-Sabunji, también provenía de una familia adinerada de Mosul.
Zaha fue educada en Bagdad, en una escuela regentada por monjas católicas francesas, y continuó parte de su educación secundaria en Suiza y Gran Bretaña. Regresó a Oriente Medio para estudiar Matemáticas en la Universidad Americana de Beirut, entre 1968 y 1971.
Después de obtener su título regresó a Londres en 1972 para estudiar en la Asociación Arquitectónica de Londres donde obtuvo su diploma en 1977 (en AA fue alumna de arquitectos de tanto renombre como Rem Koolhaas y Elia Zenghelis).
Ese año (1977) se unió como socio a sus antiguos profesores (Rem Koolhaas y Elia Zenghelis) en la Oficina de Arquitectura Metropolitana de Rotterdam; para, en 1979, establecer su propia práctica en Londres con el Estudio Zaha Hadid Architects.
Hasta 1987 dio clases en la Architectural Association de Londres (AA) pero todavía no había construido nada, aunque era internacionalmente famosa por sus dibujos neoconstructivistas (valorados por su aportación artística).
Frustrada, pensaba que solo se dedicaría a la práctica representativa y teórica de su profesión cuando Rolf Fehlbaum, el dueño de la empresa alemana de mobiliario Vitra, le dio la oportunidad de levantar su primer edificio en 1994 con la Estación de bomberos de su fábrica. Una década después, obtenía el Premio Pritzker (2004) y con él comenzaba una de las carreras más fructíferas de la profesión.
Con su primer edificio construido iniciaba la triple carrera de obstáculos de tratar de construir un ideario, de hacerlo siendo mujer y de intentar levantar edificios emblemáticos siendo musulmana e inmigrante. No fue fácil.
Hadid llegó a ganar concursos, como la Ópera de Cardiff (Gales) que finalmente no construiría y le encargarían a Norman Foster.
Supo resistir, y se convirtió en una excelente diseñadora capaz de aplicar su talento a joyas, muebles, zapatos, bolsos, barcos, o la ropa con la que se vestía.
Entre sus obras más emblemáticas están el Centro de Arte Contemporáneo Rosenthal en Cincinnati ( 2003); el Museo Nacional de Arte del Siglo XXI en Roma, Italia, (2009); el Guangzhou Opera House, China (2010); el Centro Acuático de Londres, construido para los Juegos Olímpicos de 2012, y el Centro cultural la Heydar Aliyevfue, Baku, Azerbaiyán (2013), entre otros.
Cuando en 2003 inauguró su Centro de Arte en Cincinnati (Ohio) –su primer proyecto norteamericano- el mundo arquitectónico observó con lupa cómo había sido la transformación de los planos de la rompedora arquitecta, del papel a las tres dimensiones de la realidad.
Salió airosa del juicio pero entendió que la exigencia con ella era mayor y decidió arriesgar más. “Tratando de romper los límites de la arquitectura” consiguió convertir los edificios en paisaje y repensar los límites físicos de las construcciones.
Lo hizo con el MAXXI de Roma en 2010 y con la Opera de Guangzhou el mismo año. Por esas fechas concluyó una de sus obras más conmovedoras, el colegio Evelyn Grace (Brixton), un lugar donde alumnos con un futuro poco prometedor estudian en uno de los mejores edificios de la capital británica.
Su estudio no hacía más que crecer, a punto de trasladarse a las oficinas del antiguo Design Museum, junto al Támesis, manejaba proyectos en todos los continentes del mundo.
Tres cuestiones aparecían en su discurso de manera recurrente. Por un lado el selecto club : “Nunca seré como ellos. No navego, soy musulmana y soy mujer”. Hablaba de la falta de apoyo de sus colegas arquitectos ante injusticias como la de la Ópera de Cardiff, y sólo Richard Rogers la apoyó e inició una protesta pública.
La segunda cuestión era el Guggenheim de Bilbao, pues estaba muy agradecida a la audacia del edificio de Frank Gehry. “El Guggenheim abrió la puerta, tenía que abrirla un hombre, a mí no me hubieran dejado. Por eso estoy agradecida, gracias a ese proyecto he podido construir”.
El tercer asunto de su ideario : “era fundamental siempre y en todo momento romper los límites, físicos y formales, de la arquitectura“. Ella está claro que lo consiguió.
En su proceso de diseño estableció colaboraciones importantes con algunas de las marcas de moda más emblemáticas y celebres como Chanel; Louis Vuitton; Donna Karan y Pharrell Williams para Adidas. También ha establecido relaciones duraderas con marcas de diseño internacional como Alessi; Artemide; B & B; Established & Sons; Lalique y Sawaya & Moroni, articulando un nuevo lenguaje de diseño.
Su proceso de creación pasa por la experimentación con tecnologías punteras y conduce, a menudo, a formas de gran dinamismo. Muchas de las colaboraciones se han producido en ediciones limitadas y numeradas, y muchas están en colecciones privadas y públicas.
Para ella “hay mucha fluidez entre arte, diseño, arquitectura y moda….. en términos de forma, todos nuestros proyectos de arquitectura, joyería, moda y mobiliario me interesan igualmente“. Para la arquitecta colaborar con otras marcas o artistas era un proceso continuo de diseño e investigación…. “es un proceso de doble vía“.
“Diseño y arquitectura deberían ser un matrimonio, no se debería sacrificar el uno por el otro……siempre es muy emocionante colaborar con artistas que comparten con uno su visión y sus ideas“.
Falleció el 31 de marzo de 2016 a la edad de 65 años a causa de un ataque cardíaco en un hospital de Miami, donde estaba siendo tratada por una bronquitis.
Zaha Hadid (pág. web).
Fuente (cultura.elpais.com).
Zaha Hadid y “Kuki” chair para Sawaya and Moroni.